Sin embargo, Petzl saca al mercado un producto que podríamos definir como perteneciente a la iluminación 2.0. ¿Su principal argumento? El haz de luz se gradúa solo, automáticamente, y al instante. Un ejemplo: estamos escalando. Miramos las presas de nuestras manos. Automáticamente la potencia se reduce. Levantamos la cabeza para ver a nuestro compañero. Automáticamente, y en un instante imperceptible, el foco aumenta de potencia.
Pero no sólo es eso. Existen perfiles de uso, en el que cada cual decide cuál es la potencia máxima y mínima a la que puede funcionar la linterna. Y estos funcionan a través del ordenador; el frontal se conecta a él, y por medio de un programa podemos customizarlo exactamente para cada una de nuestras necesidades.
Para realizar este test hemos contado con 15 frontales, que han sido usados por numerosas personas del equipo de Barrabes Cuadernos Técnicos y ajenas, entre ellas alpinistas como Manu Córdova. Ha sido testado en diversas actividades; desde muchas noches por parte de compañeros para salir a correr por caminos hasta escaladas nocturnas en Riglos y actividades alpinas. Lo que aquí publicamos es una especie de resumen general de las sensaciones, teniendo especialmente en cuenta las aportadas por Manu Córdova, debido a que ha sido el que le ha dado el uso más alpino:
Reactive Lighting; ¿Tecnología necesaria?
Una de las primeras cosas que hay que plantearse,
antes de profundizar en el funcionamiento concreto
del aparato, es ésta: ¿Es verdaderamente necesaria
esta tecnología?¿Puede ocurrir que, aunque funcione
bien, realmente su aportación y mejora sea pequeña
respecto a lo hasta ahora existente?
En esto hay casi unanimidad, aunque con matices.
Todos los testadores afirman que, una vez en
uso, sorprende y hace la vida nocturna mucho más
agradable. Sin embargo, los que no necesitan mucha
luz, por la actividad que realizan, aun notando la mejora,
piensan que tienen que pensarse si les compensa
esta mejora, al añadir peso y volumen a su frontal.
En el caso de los de uso más activo, la cosa cambia.
No sólo afirman que la eficacia les aporta comodidad
y seguridad, sino que, al contrario que el otro
grupo, ellos salen ganando, porque el NAO a máxima
intensidad (355 lúmenes) pesa bastante menos y
ocupa también menos espacio que las posibilidades
que existían hasta el momento. Y ganan en autonomía,
al no estar continuamente el frontal en su máximo
gasto.
Pero esto lo desarrollamos más adelante. De momento,
todos los testadores, en mayor o menor grado,
consideran que la mejora es muy notable respecto
a la tecnología no reactiva.
Reactive Lighting: Uso
Antes de recibir los frontales, el principal temor que
teníamos residía en la velocidad de la reacción. Un
sensor mide y analiza la cantidad de luz captada,
adaptando la intensidad a la necesidad de cada instante.
Si el cambio tuviera retardo, no serviría para
nada, en unas actividades en las que los movimientos
bruscos de cabeza son constantes.
En esto sí que la unanimidad es absoluta: la reacción
es instantánea, imperceptible. No hay ningún retardo
que el ojo humano pueda percibir. Con lo que el
funcionamiento es perfecto; un corredor que enfoque
el suelo, tendrá la luz necesaria. Al mínimo gesto de
cabeza, mirando hacia adelante, tendrá la luz adecuada
sin espera. Lo mismo para un escalador, para
un alpinista, o para un senderista.
Polivalencia
Desde luego, en esto no admite comparación. Tengamos
en cuenta que de forma automática permite
iluminar correctamente, en su perfil de intensidad
máxima, desde algo muy cercano, hasta algo situado
a 108m. Automáticamente y al instante. Si se prueba
con un frontal de 355 lúmenes a mirar de repente algo cercano y blanco (como un papel), uno se deslumbra y se queda cegada por unos segundos. Con el NAO
en automático esto no ocurre.
Por supuesto, puede usarse también como una
linterna tradicional, a iluminación constante.
Peso, volumen y ergonomía
Cuando se tiene el frontal en la mano por primera vez,
la sensación es de peso. Es un aparato contundente,
aunque sin exageraciones. De ahí las dudas de algunos
testadores: si el uso habitual del frontal va a ser a
poca potencia, aunque la mejora en la iluminación es
evidente, (porque el automático es útil tanto a mucha
intensidad como a poca) puede uno plantearse si le
compensa este peso y volumen frente a, digamos, un
Tikka. Que aun sin dar la calidad de luz del NAO, será
correcto en su uso, y con mucho menos peso.
Sin embargo, también hay que decir que es cómodo.
La duda de estos testadores surge porque es
más engorro en la mochila, y se nota más volumen en
la cabeza principalmente por su batería trasera, pero
también reconocen que una vez colocado es cómodo,
por el sistema de cordinos que emplea.
Para entenderlo rápido: pesa más, pero aprieta
menos. Cuando uno realiza una actividad rápida con
un frontal, y tiene que ajustarlo bien, con los sistemas
habituales de gomas se siente algo parecido a una
opresión molesta en la cabeza. Con este sistema se
ajusta bien, pero no oprime, excepto algo en la zona
de la batería trasera.
Respecto a los alpinistas, no tienen duda: es mejor.
Porque consiguen mejor iluminación que antes,
pero encima a menor peso y volumen que los frontales
potentes anteriores.
Escaladores y alpinistas comentan que, sobre
todo al principio, es más complicado de colocar en el
casco que un modelo de cinta de goma. Mejor aprender
en casa que sobre el terreno, porque es complicado
y no ajusta como otros.
Se emplea muy bien con guantes, ya que no incorpora
botones para pulsar, sino un interruptor multifunción
que se gira.
Personalización y perfiles del frontal
Otra de sus aplicaciones 2.0. El softwear OS, de
Petzl, descargable en web, permite crear perfiles de
uso del frontal, y también trae los suyos por defecto.
Estos vienen por actividad: alpinismo, espeleología,
camping, running...
Lo fundamental de estos perfiles es que le indican
al aparato cual es la intensidad máxima de lúmenes
sobre los que tiene que trabajar, o bien la distancia
máxima y mínima, o bien la duración de la batería.
Que viene a ser lo mismo. Se pueden cargar 4 perfiles
en el frontal.
Los principales beneficios de la personalización
son el aumento en la vida útil de la batería y la perfecta
adaptación a las situaciones, teniendo siempre la
iluminación adecuada. A veces la elección de un perfil
será por las prestaciones del mismo; otras elegiremos
un perfil bajo al ver que la batería se empieza a agotar,
aumentando el tiempo de uso restante.
Uno de los testadores, que lo ha empleado para
escalar dos noches en Riglos, lo explica así: “lo tenía
en un perfil de intensidad máxima. Mientras escalaba,
era genial: me alumbraba de lejos y me permitía ver
con total claridad las presas de cerca. Pero al llegar a
la reunión podía llegar a ser molesto: aunque usara la
potencia mínima del perfil, una vez que no necesitas
ver con tanta claridad las presas cercanas, sobraba
luz. Entonces tanto yo como los demás nos sentíamos
más cómodos cambiando a un perfil de intensidad
media.”
Batería
Uno de los argumentos que la marca Petzl emplea
para el NAO es su aumento de la autonomía gracias
al uso óptimo de la fuente de la iluminación.
Como es un frontal tan adaptable, es evidente que
no hay una respuesta única a la pregunta sobre la
duración de la batería. Hay que decir que la carga es
por USB, (compatible con todos los cargadores USB:
teléfono móvil, lector MP3, ordenador, reserva portátil
de energía, panel solar, cargador de coche, etc.). Sin
embargo, para casos de emergencia, pueden usarse
2 pilas AAA/LR03, pero eso sí, con rendimiento
reducido.
Esto ha generado un debate. Porque puede haber
casos en los que no sea posible recargar, como
por ejemplo expediciones, etc, (aunque se puede con
placa solar). Sobre todo la duda es: ¿y si me quedo
sin luz a mitad de actividad? Queda el recurso de las
pilas, no lo olvidemos, aunque a baja intensidad, pero
es cierto que sigue habiendo reticencias a que algo
que se usa en montaña, y cuya batería tiene duración
limitada (no es como un reloj cuya pila puede durar un
año), sea recargable por red.
En general podemos decir que en la mayoría de
casos no ha sido un problema. Es raro que haya que
usar un frontal tantas horas seguidas. Ha habido unas
cuantas ocasiones en las que nos hemos quedado
sin luz al testarlo, pero ha sido debido a que no lo
recargábamos al volver a casa cada día para controlar
la duración de la batería. Como lleva indicador de
carga, siempre sabremos lo que nos queda.
Al igual que cualquier teléfono móvil, o aparato recargable,
podemos comprar baterías de repuesto, si
lo creemos necesario.
Pero en cualquier caso, no tenemos claro esto,
seguimos debatiendo. El tiempo dirá si es un problema
o no.
En intensidad máxima, la duración que nos hemos
encontrado es de 3 a 5 horas, aproximadamente. Depende
de las veces que se conecte a 355lúmenes. En
menores intensidades, tanto estándar como creadas
por los usuarios, se ha llegado a alcanzar hasta 12
horas de uso. Esto son unos cuantos días de actividad.
Tenemos que decir que hemos notado algunas diferencias
de duración entre unidades. Probablemente
debido a que los aparatos testados aún estaban en
fase beta y no corresponden a producción comercial.
Con el uso llegan los trucos. Los principales usuarios
del modo de intensidad máxima serán los alpinistas.
Y Manu Córdova nos dice cómo ha conseguido
que la batería le dure más sin renunciar a la máxima
intensidad posible:
“Al principio lo ponía en un perfil de máxima intensidad,
porque verdaderamente necesitas la máxima
luz posible en la pared. Pero luego me di cuenta de
que no es en tantas ocasiones, y que muchas de las
que el frontal se conectaba a 355 lúmenes, no me
habría hecho falta; otras sí.
Así que un día probé, y encontré una solución que
me ha funcionado genial: me hice un perfil en el ordenador,
que es una modificación de uno existente. Le
puse unos 150 lúmenes máximo. Con eso me apaño
bien en la mayoría de casos. Y luego, en la posición
del conmutador de iluminación constante, me dejo colocada
la de intensidad máxima. Si en algún momento
necesito el focazo, le doy un toquecito al interruptor,
que se maneja genial con guantes y se atina a la primera
siempre, paso a constante, y ya está. Lo mismo
para volver. Es muy cómodo, y de esta forma aumento
mucho la duración de la batería, pero no renuncio
cuando la necesito de forma rápida y eficaz a esa luz
que parece las largas de un camión.”
Respecto a los usos a intensidades medias y bajas,
la mejor forma de explicar la duración de la batería
es decir que, sin grandes variaciones, es la misma
que la de las frontales de pilas de igual intensidad.
Es decir: si lo graduamos a la intensidad de un Tikka,
durará la batería lo mismo que la de un Tikka.
Y ahora matizamos esto: es un promedio. Hay
testadores que afirman que algo más, otros que algo
menos. Esto es debido al uso que le ha dado cada
uno. Recordemos que al ser un sistema automático,
dependiendo de las veces que se conecte a la máxima
intensidad permitida, durará más o menos. Porque
en realidad lo que hacemos es dejarle la intensidad
media igual a la de un Tikka: a veces iluminará
algo por encima, a veces algo por debajo.
Y un pequeño consejo. Si no queréis haceros famosos
y salir por la ventana...si tenéis el frontal en un
perfil de mucha intensidad, sea el de alpinismo o uno
creado por vosotros, y dormís en un refugio... acordaos
de cambiarlo por la noche si vais a madrugar
y a levantaros de noche. No es una mala idea crear
un perfil noche, que sirva para leer, mirar dentro de la
mochila, e ir al baño. Uno de nuestros testadores se
oyó de todo al despertar a los usuarios de una habitación
completa, porque de hecho alumbró la habitación
bastante más que si hubiera encendido la luz del
techo cuando le dio al interruptor de su NAO.
Conclusión
Es un buen aparato. Que será más apreciado por
aquellos que necesiten las mayores prestaciones: escaladores,
corredores, alpinistas. Para ellos serán las
grandes ventajas: 355 lúmenes a menor peso y volumen,
gran adaptabilidad, excelente iluminación para
cada momento, lo que se traduce en mayor seguridad,
a total intensidad mayor duración de la batería si
se usa en automático.
¿Los demás? Es un gran aparato, de igual forma.
Mejorarán sus prestaciones, pero tendrán que sopesar
otros factores. Quizás alguien que sólo emplee el
frontal para por la noche en el refugio o vivac, o para
andar antes de que amanezca durante un rato, tendrá
que poner en la balanza las prestaciones, el peso, el
volumen, el precio y valorar mucho la compra.
¿Pegas para todos? Su mala adaptación al casco
y su carga por USB.
En cualquier caso, el primer frontal de la generación
2.0. Es probable que en un futuro todos los frontales,
grandes y pequeños, incorporen esta tecnología.
Entonces cada cual elegirá el suyo, como ahora
se elige entre los diferentes modelos.