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Apuntes sobre ecologia y conservacion del medio en el descenso de cañones y barrancos

Desde tiempos prehistóricos, el rio ha sido foco de atracción de interés. Cada periodo histórico ha tenido sus motivos para sentirse seducido por este elemento: desde ser un punto de caza habitual debido a que se concentraban los animales para beber, pasando a ser punto de las grandes concentraciones urbanas desarrolladas a su alrededor, hasta ser el objetivo de distintas modalidades deportivas, como el rafting, piragüismo o el descenso de Cañones y Barrancos.
Desde tiempos prehistóricos, el rio ha sido foco de atracción de interés. Cada periodo histórico ha tenido sus motivos para sentirse seducido por este elemento: desde ser un punto de caza habitual debido a que se concentraban los animales para beber, pasando a ser punto de las grandes concentraciones urbanas desarrolladas a su alrededor, hasta ser el objetivo de distintas modalidades deportivas, como el rafting, piragüismo o el descenso de Cañones y Barrancos.

EL RIO COMO ECOSISTEMA

En el curso alto de los ríos, donde se desarrollan prácticamente todos los cañones, las aguas son limpias y cristalinas, el pendiente es inclinado y por tanto las aguas se precipitan a gran velocidad, mezclándose íntimamente con el aire y cargándose de oxigeno.

El fondo de estos barrancos, la vegetación es escasa pues la luz incide pocas horas al día y la superficie de fijación es muy reducida.

En el curso alto existen una serie de especies de animales que los caracterizan, es la región de la trucha, la merla acuática y el “desmán” de los Pirineos, así como plantas microscópicas, insectos que pasan buena parte de su vida en el medio acuático, crustáceos, moluscos, huevos o alevines de peces.

El los primeros tramos del curso fluvial la alternaza orográfica da lugar a cascadas, torrentes, donde las velocidades de las aguas son distintas,la constitución de los fondos es también distinta y en consecuencia la intima composición de las comunidades sufre pequeñas pero importantes transformaciones.

Precisamente, la diversidad de micro-ecosistemas dentro del mundo fluvial es la base de la incomparable riqueza de las aguas dulces. Entre el nacimiento y el curso medio de un rio las aguas son mas ricas en especies piscícolas que las aguas marinas. En el rio, cada rincón es un mundo con posibilidades propias y diferenciadas.

Pero cuando el hombre incrementa sus poblaciones y el desarrollo de sus actividades lo lleva hasta niveles extremos, este entorno natural no sabe defenderse del exceso de nutrientes y ello aniquila la vida que antes se generaba.

Las explosiones demográficas de bacterias desintegradoras de la materia orgánica empobrecen el rio de oxigeno, elemento esencial para la vida, al usarlo en su mayor parte, desaparecen invertebrados y peces. Aparte de la polución por acumulación de materia orgánica, existe también la contaminación por productos orgánicos, metales pesados, detergentes...etc... peor que la mencionada anteriormente.

Los ríos, a medida que se alejan de su nacimiento acumulan mayores concentraciones de sustancias perjudiciales para la vida hasta límites peligrosos; los barranquistas tienen la oportunidad de disfrutar de la parte menos contaminada, por ello deben utilizarla sin alterar su estado natural.

EL BARRANQUISTA COMO ALTERADOR DEL CICLO NATURAL

La presencia del hombre en cualquier ecosistema supone, en la inmensa mayoría de casos, una contaminación, si entendemos ésta como una modificación del equilibrio natural.

En la práctica del barranquismo, la alteración del ciclo se produce fundamentalmente por dos tipos de acciones:
1.- Acciones que alteran el equilibrio de las especies que viven en el ecosistema fluvial.
Este tipo de contaminación es muy frecuente, se trata de elementos que se abandonan en el medio por convencimiento de su biodegrabilidad, restos de comida, materia orgánica (generalmente de origen fecal). Si bien no polucionan, pueden provocar desequilibrios entre especies, en prevalecer las que mejor puedan aprovechar estas aportaciones puntuales respecto el resto.
2.- Acciones que polucionan el medio fluvial.
Esta contaminación se produce al introducir es este biotopo sustancias persistentes, no biodegradables, como pueden ser detergentes, plásticos, latas, pilas, contaminación bacteriológica, etc...

Estas sustancias no pueden ser absorbidas por mecanismos naturales de auto degradación, por tanto persisten en el medio. Por ejemplo, el mercurio existente en las pilas es tóxico, es decir, pueden interferir a cualquier nivel en los procesos que permiten mantener funciones vitales del hombre y otros animales.

A estas dos acciones, hay que sumar aquellas, que, sin ser contaminantes pueden inducir a conductas que puedan serlo, como:

Contaminación visual.
Contaminación acústica.
Tecnificación del medio.
Pintadas o rastros de goma de calzado o material.

BARRANQUISTA: DISFRUTA Y NO AGREDAS. LA NATURALEZA EN LOS BARRANCOS

Los sistemas naturales de nuestras montañas varían según las condiciones físicas, sin duda los factores principales son la altitud, la orientación y la pendiente. Así, a medida que ganamos altura la temperatura atmosférica disminuye y este rigor climatológico determina a las plantas y animales que pueden vivir. Este efecto de altura varia ligeramente según se trate de una vertiente sur o norte.

El clima y el terreno son factores importantes en la ecología, el clima de una zona lo define la pluviométrica, la temperatura, la humedad, el viento y la cantidad de nieve caída durante el año. El terreno, es decir, el sustrato donde crecen las raíces de las plantas, varía según el tipo de roca que conforma la montaña. El terreno o suelo es el resultado del trituramiento de las rocas y por tanto las sales minerales varían según la composición litológica.

Los barrancos por su especial configuración geológica rompen con los esquemas básicos de la distribución de la vegetación en la montaña. Para entender los barrancos como sistema natural, debemos tener en cuenta cuales son sus condiciones físicas. Quizás lo que distingue un cañón sea la humedad generada por la corriente y la dificultad que tiene la luz para llegar al fondo. Este hecho caracteriza la diferencia entre el aspecto vegetal de una pared norte o una pared sur.

Para describir la gran variedad biológica de los cañones primero hay que diferenciar los cañones situados en media montaña o en alta montaña. No es lo mismo un cañón pirenaico o subalpino que otro situado en un sistema más meridional.

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Los protagonistas de la naturaleza de un cañón que más pueden sorprender al barranquista se han adaptado a lo largo de una evolución de miles de años, por eso constituyen elementos de un elevado interés ecológico, la mayoría están protegidos por la ley 4/1988 de protección de los animales. Uno de los elementos más interesantes son los helechos que cubren las paredes y filtran al agua de las mismas, junto a ellas es sorprendente la planta violeta de agua, carnívora con hojas de color verdoso en forma de estrella. Los árboles mas cercanos a los cañones son hayas, a medida que las condiciones de luz mejoran, aparece el pino negro, el abeto o el pino rojo según la situación del cañón. En las paredes de los cañones, en su parte superior sorprende la planta Corona de Reina, romeros y tomillo en cañones meridionales, musgos y boj en subalpinos. En cuanto a la fauna, el protagonista destacado es la trucha y el barbo, el tritón, ranas y sapos.

“RINCON DEL CONSEJERO”

Pautas fáciles para conseguir un difícil objetivo: la Conservación del Medio.

El impacto de la actividad, viene determinado por la masificación, por ello, los grupos numerosos no son convenientes, aparte de aumentar los riesgos inherentes a la propia actividad, consiguen deteriorar mucho más rápido el medio. La tranquilidad desaparece, los animales no se acercan al rio y el enturbiamiento del agua disminuye la concentración de oxigeno.

Hechos que se pueden considerar tan simples como limpiarse las botas en el musgo, arrancar plantas o hacer fotografías a un nido de pájaros son auténticos atentados. Son fuentes de vida que han tardado años en desarrollarse venciendo ya de por sí los embates propios de la naturaleza, crecidas, vientos, tormentas...solo falta rematarlos artificialmente por el mero hecho de curiosear, o ser irrespetuosos.

Los residuos jamás quedarán en el rio, los materiales plásticos no se deterioran con facilidad, y provocan el envenenamiento o ahogamiento de peces o mamíferos, así como los residuos orgánicos (fecales) que provocan alteraciones en el medio.

El barranquista debe valorar el entorno, debe ser el primero en saber que la mejor aventura es saber dejarse llevar rio abajo imaginando que es un objeto que el rio arrastra, que es el agua el medio que lo transporta, no el propio orgullo de superación personal. El rio está indefenso, desconoce como reaccionar ante la presencia humana, que jamás había transitado por él.

La actitud de cada uno de los barranquistas es primordial, fundámonos con el rio, evitemos los roces a modo de frenada de nuestro material y botas en los toboganes y destrepes, y no queramos imponer nuestros gritos de fanfarrones urbanícolas.

Fuente: Texto en base al manual de Perfeccionament Tècnic en el descens de canyons i engorjats de l’Escola de la FCE


La masificación puede provocar problemas en determinados barrancos

Tags: Barranquismo

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