Adam Ondra escala el legendario largo 15 de Dawn Wall

Adam Ondra no está inactivo en Yosemite, y poco a poco sus esfuerzos van dando sus frutos. Ayer consiguió escalar el legendario largo 15, probablemente la mayor clave de la vía, con su travesía horizontal de izquierdas repleta de microregletas que llevó años solucionar a Caldwell. No es el único largo de 9a de la ruta, pero desde luego es muy especial: puro equilibrio, habilidad, y casi conocimientos de levitación son necesarios para moverse en soportes tan delicados.

Realmente, no consiguió resolver todo el largo, pero sí la parte compleja; la humedad que chorreaba en la zona de la reunión hizo que no escalara los primeros 5 metros, impracticables. Las microrregletas a las que hay sujetarse, especialmente pequeñas, impiden que este largo pueda escalarse cuando las manos y la roca son calentados por el sol, y al igual que hicieron Caldwell y Jorgeson, mientras llega el frío, Adam Ondra escala de noche.

“Desafortunadamente el comienzo del largo estaba todavía muy húmedo tras las grandes lluvias, así que tuve que saltarme los 5 primeros metros, que no son muy difíciles. Finalmente, a la cuarta, pude superar este “recortado” largo 15. ¡Estoy muy contento por ello!”

Adam Ondra ha decidido, en esta escalada de prueba, abrir la pared desde abajo de un tirón, en artificial y probando hasta que consigue liberar cada largo.

Como explicaba poco antes de llegar al Valle, Adam Ondra nunca había visitado anteriormente Yosemite porque la temporada de escalada (octubre y noviembre) coincidía con una época importante de sus clases; una vez que ha conseguido su Grado en Administración de Empresas, por fin ha visitado la meca del Big Wall, un tipo de escalada (clásica, de muchos largos, con muchas fisuras) que nunca había practicado.

Tardó poco en tomarle el pulso, pero es un terreno nuevo para él: “La complejidad y dificultad de toda la escalada me está asombrando. Puede que haya sido demasiado optimista, pero esperaba que fuera más fácil. Cada largo está lleno de trucos, y es muy duro. Ayer en el largo 16 fue el día más frustrante de todos. Revela la verdadera dificultad de toda la escalada, y la importancia de que la pared y los dedos estén en buenas condiciones.

Me quito el sombrero ante Tommy y Kevin, que pensaron que sería posible liberar la ruta, antes de saber si sería posible. Porque sin tener la beta que tengo yo, algunas partes, sinceramente, parecen imposibles. Tengo la ventaja de saber que la escalada es posible, y eso me hace tener fe en que también podré hacerlo. ¡Estoy impresionado por lo que ellos consiguieron!

Por aclarar lo que está pasando en la escalada, voy a recapitular. Pasamos unos días subiendo, usando técnicas de escalada libre y artificial, para fijar las cuerdas y poder trabajar cada largo subiendo y bajando con mayor facilidad. Lo hicimos hasta el largo 15. Por encima, la escalada no es fácil, se mire como se mire, pero no hay largos claves. La semana que viene continuaremos y miraremos la ruta completa. Pero antes, quiero trabajar cada largo clave y ver si soy capaz de resolverlos.

Estos días usamos la cuerda fija para subir hasta el largo que quiero probar. A veces bajamos al valle por la noche, a veces pasamos un par de días en la hamaca. Habrá un momento en el que intente la ruta completa desde abajo y de tirón. Pero antes, quiero probar todos los largos, y eso me llevará al menos otras 2 semanas.”