Más información, intentos históricos y fotos generales de la vía y la montaña en esta noticia: “Conrad Anker, Jimmy Chin y Renan Ozturk consiguen por fin escalar el Shark's Fin al Meru”, publicada en www.barrabes.com el pasado miércoles 5 de octubre.
“Tras 12 días en la ruta, alcanzamos la cima del Shark's Fin a las 14:00 del 2 de octubre.
A menudo comenzando de noche, escalábamos durante todo el día y volvíamos ya de noche, perdidos entre la luz y la oscuridad. El tiempo y la existencia se vuelven confusos. Siempre luchando hacia arriba. Siempre forzando el límite. Nos quedamos momentáneamente confundidos cuando de repente ya no había ningún sitio más alto adonde ir. Extenuación y alegría se anulaban la una a la otra allá en la cima. Pero estábamos preocupados por el descenso. Otra batalla. Frío. Supervivencia. Tras descender a nuestro vivac colgado del cielo, pasamos una última noche por encima de 6.000m antes de embarcarnos en una nueva odisea de 20 horas de rápeles sin fin. Los anclajes sólidos lentamente desaparecían según el día y la noche transcurrían hasta que finalmente nos encontramos rapelando de anclajes individuales. “¡No te salgas rapelando por el final de la cuerda!” se convierte en nuestro mantra.
La aguda conciencia del vacío bajo nuestros pies comenzó a hacerse más débil según descendíamos cada vez que soltábamos nuestro dispositivo de freno al rapelar. Así como nos llegamos a plantear si había una cima, nos empezábamos a plantear si habría un final al descenso. Abajo y abajo, a través del día, de la noche, con guantes húmedos y semicongelados. La extenuación se instaló en nosotros. Hasta que, finalmente, alcanzamos las laderas nevadas inferiores. En cuanto la pendiente se moderó un poco, empezamos a destrepar. Lentamente al principio, de cara a la pared, dando cada paso con tanto cuidado como podíamos, sabiendo que estábamos dejándonos y descuidándonos. Después, eventualmente de cara al vacío, y pronto, corriendo ladera abajo hacia la libertad. Resbalábamos y caíamos sin pudor por la pendiente. 12 días sin quitarnos los arneses. Finalmente pudimos hacerlo, y tiramos los arneses al suelo. Arrojamos mochilas, cintas, friends, piolets, tornillos, todo, a la nieve. Estábamos de vuelta en el mundo horizontal y finalmente estábamos liberados del Shark's Fin.”
Jimmy Chin, The North Face, www.neverstopexploring.com