13:49: Momentos de incertidumbre, el satélite de Horia y el de Iñaki están sin baterÃa, no hay noticias y no se puede contactar con ellos. Se desconoce como está la situación, pero según el Diario de Navarra, podrÃa ser que unos montañeros que se encuentran allà hayan organizado un rescate. Deseamos que se trate de los suizos, esto serÃa una gran esperanza y la mejor de las ayudas, ya que son Uli Steck y Simon Anthamatten, probablemente los dos alpinistas más en forma del momento, que como informamos vienen de realizar la mejor actividad de la temporada abriendo la la pared norte del Tengkangpoche. En este momento, difÃcilmente se podrÃa encontrar un mejor grupo de rescate en el mundo, y con esa aclimatación.
Según informa la web del Diario de Navarra –patrocinador junto a Lorpen del navarro-, Iñaki, Horia Colibasanu y el ruso Alexei Bolotov se quedaron ayer a 100 metros de cima, en una zona delicada y con un paso muy expuesto delante suyo. El ruso decidió continuar, pero Iñaki habÃa congelado en sus dos manos, por lo que se dieron la vuelta ya que no se encontraban en condiciones de afrontar esa dificultad. Finalmente, llegaron al campo 4, a 7.400 metros, desde donde Iñaki llamó por el satélite a su familia.
Todo parecÃa haber vuelto a la normalidad, Iñaki y Horia se encontraban descansando para regresar hoy al campo base, cuando de repente el navarro sufrió un ataque que le dejó prácticamente inconsciente, con problemas de vómitos y tos.
Tras darle una pastilla para prevenir un posible edema, Horia llamó a los familiares de Iñaki para intentar localizar a médicos especialistas que le indicaran como solventar la situación. Un helicóptero no puede llegar a esa zona, y recordemos que ambos se encuentran solos, sin sherpas, y en una arista que por debajo tiene la gran pared sur del Annapurna. Entrada la noche, el ruso Bolotov aún no habÃa regresado.
Según el periódico navarro, mientras los familiares contactaban con el Ministerio de Asuntos Exteriores, Gobierno de Navarra y diversos médicos y montañeros, las baterÃas del teléfono satélite empezaron a fallar, lo que agrava más la situación. Lo último que Horia pudo hacer fue comunicar que habÃa aconseguido contactar con un neurólogo rumano, que le aconsejaba descender lo antes posible, y con un grupo suizo que se encuentra en otra vertiente de la montaña, para pedirles ayuda. También dijo que iba a pasar la noche con él, y con la primera luz del dÃa, intentar descender.
MuchÃsima suerte a los 3 en la montaña. Su gran experiencia nos da muchas esperanzas de que solucionen con bien esta situación. Les mandamos todo nuestro apoyo y ánimo desde aquÃ.