Dhaulagiri: llega el COVID al campo base. Evacuaciones en helicóptero e incertidumbre

Lo único que se sabe a ciencia cierta es que ha llegado. Y que un campo base a más de 5.000m no es el lugar más adecuado para sufrir una enfermedad así.

En cuanto a número de contagios y gravedad de los casos, la información sobre el Everest oscila entre algunas evacuaciones y un problema serio. Pero lo cierto es que el vacío informativo de gobierno y agencias, y el hecho de que el campo base, con casi 2.000 personas, esté compartimentado en pequeños campos que ahora procuran no relacionarse, hace difícil saber cuál es la realidad.

Sí que hay noticias de numerosos contagios entre población local y trekkers en el Khumbu. No es de extrañar, si tenemos en cuenta que Nepal está sufriendo, junto a la India, una de las olas más importantes del mundo.

Las cosas son algo más claras en el Dhaulagiri, principalmente por la información directa de la expedición de Jonatan García y Stefi Troguet, por un lado, y la de Carlos Soria por el otro.

“Los últimos días en el campo base han sido una locura y llenos de incertidumbre”, comenta la andorrana Troguet. “Un montón de casos de COVID, gente evacuada, y algunos más esperando la llegada del buen tiempo para volar”.

Carlos Soria confirma la situación: “El COVID-19 ha llegado a nuestro campo base. Desde ayer se han detectado los primeros casos positivos y están siendo evacuados en helicóptero. Nosotros nos encontramos en buen estado, tomando todas las precauciones posibles. La prioridad en estos momentos es controlar la situación y preocuparse por la salud de todos”. Hay que recordar que, a sus 82 años, Carlos Soria ya recibió las vacunas cuando le correspondió el turno, antes de salir de España.

Según las cuentas de las agencias, son al menos 19 las personas evacuadas, o en espera de que el buen tiempo permita su evacuación. Es probable, por tanto, que el número total sea elevado.

El país se ha confinado, las calles están vacías, los vuelos internacionales clausurados, y los locales reducidos a la mínima expresión. Eso quiere decir que, si la situación obliga a suspender las expediciones, la vuelta de los expedicionarios no va a ser fácil. Como no lo está siendo la de los nepaleses.