Fernanda Maciel: del mar a la cima de Urriellu en 14:47 horas, con ayuda de Eneko Pou

El “Desafío Cantabria” es una ruta que, a través de 83km y 6.200m de desnivel positivo, une el mar, en San Vicente de la Barquera, y la cumbre del Picu, situada a 2.519m de altitud. En medio, un terreno durísimo hasta la base de Urriellu, en el que hay que superar 6.200 metros de desnivel positivo, seguidos por la escalada hasta la cima.

Los hermanos Eneko e Iker Pou y la corredora por montaña Fernanda Maciel son compañeros del equipo The North Face. Hace tiempo que buscaban un reto que pudieran compartir, y este año lo encontraron: “Somos amigos desde hace años, y llevábamos tiempo detrás de un buen proyecto. Eneko me propuso esta locura, y después de ver las fotos, no me lo pensé dos veces: había que intentarlo”, cuenta Fernanda. El Desafío Cantabria estaba lanzado.

“Mi hermano y yo llevamos abriendo vías y haciendo primeras en libre en el Naranjo prácticamente 30 años. Es nuestro pico preferido, y un lugar en el que hemos hecho historia, además de ser una de las montañas mas bonitas del mundo. Siempre que hemos podido, hemos traído aquí a los mejores. Que haya venido Fernanda es un motivo de orgullo”, replican los Pou, desde el enorme respeto y admiración que tienen por esta montaña asturiana.

“Desde el mar me interné en los Picos de Europa. Tenía que cruzar la Canal del Vidrio y la Collada Bonita, una zona muy técnica, algo peligrosa. Llevaba corriendo desde las 18:00 horas del día anterior, y atravesar esto en mitad de la oscuridad fue duro, incluso pasé miedo. Pero todo el esfuerzo mereció la pena cuando, con las primeras luces del día, llegué a la Collada Bonita y ante mí apareció la majestuosa figura del rey de los Picos de Europa. Me impresionaba la escalada que me esperaba, pero sabía que allí estaba Eneko para acabar juntos el reto”, afirma la brasileña.

Efectivamente, Eneko la esperaba al pie de la montaña. “Siempre he creído en ella. En su fortaleza, en su tenacidad, en su manera de sobrellevar los momentos difíciles. Pero cuando apareció con una sonrisa, me dejó boquiabierto. Me la esperaba desencajada después de 13 horas corriendo con 6.200m de desnivel. La arropé, le di agua, comida, nos colocamos el material, y tiramos para arriba.”

A partir de ahí, comenzó la escalada por la normal. Eneko decidió escalar en simultáneo algunos tramos: “vi que podía hacerlo. Así ahorramos tiempo” y, efectivamente, Fernanda le seguía: “A pesar de que no soy escaladora, y de que iba cansada, la dificultad de la ruta nos permitía ir bastante rápido. La primera parte me resultó mas dura, porque concentra la mayoría de obstáculos, pero después cogimos ritmo hasta la cima. Nunca se me olvidará la última parte, ya sin cuerda, hasta alcanzar la cima: fue increíble, nos fuimos ayudando en un trabajo en equipo admirable hasta alcanzar esa preciosa cumbre, con la Virgen de las Nieves de testigo.”

14 horas y 47 minutos después de partir de San Vicente de la Barquera, en el mar Cantábrico, Fernanda Maciel, acompañada por Eneko Pou, llegaba a la cumbre de Urriellu. En medio, 83 kilómetros, 6.200 metros de desnivel positivo, 13 horas y 40 minutos corriendo y 1 hora y 7 minutos escalando.

“Fue un momento indescriptible. Estaba feliz por Fernanda. La había ayudado en su reto y lo había conseguido. Desde la cumbre se veía perfectamente San Vicente de la Barquera; a muchos kilómetros de distancia pero ahí estaba. Miraba a mi compañera, pequeña y delgada, y me preguntaba: ¿De dónde ha sacado la fuerza esta mujer para hacer esto? Pero de convertir lo imposible en posible sabemos mucho los montañeros, y ella más que nadie.”

Hace un par de semanas, cuando informamos sobre la ascensión que Toni Arbonès había realizado al Aneto desde el Delta del Ebro, afirmábamos que ésta quizás sea una de las formas mas íntegras de subir una montaña: partir del punto en el que sus aguas se pierden en el mar, y considerar que, si ése es el lugar en donde la montaña muere, también es en donde comienza su ascensión.

Y la frase de Fernanda Maciel tras finalizar su reto es significativoa: "¿En dónde sino aquí se puede unir mar y montaña de una manera tan elegante?”