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Los polacos llegan al Batura Sar tras una difícil aproximación glacial

28 de Enero de 2020  |  Deja tu comentario
Intento de 1ª invernal.Aproximación al Batura Sar. Foto: Polski Himalaizm Zimowy im. Artura Hajzera

Aproximación al Batura Sar. Foto: Polski Himalaizm Zimowy
Aproximación al Batura Sar. Foto: Polski Himalaizm Zimowy

Cuando los polacos anunciaron que aplazaban un año la expedición al K2 prevista para este invierno, con el objetivo de poder continuar con la formación del sólido grupo de jóvenes que acompañarán a los veteranos en sus sempiternas expediciones invernales, desvelaron que esta formación pasaba por una expedición que iba a intentar la primera invernal al Batura Sar (7.795m).

Si tenemos en cuenta que su objetivo próximo es el intento de 1ª invernal al K2, puede considerarse como un plan de formación. Si valoramos la dificultad de esta montaña, cercana a los 8.000m, puede considerarse como una de las actividades más interesantes de este año.

Esta remota y aislada montaña nunca ha sido escalada en invierno, y tan solo tiene 3 escaladas en verano (más una muy dudosa en 1984). Es la 25ª montaña más alta del planeta y, con 3.318m de pared infranqueable de 10km de longitud, la 2ª mayor prominencia del Karakorum.

Cara Sur del Batura Sar. Foto: Imran Shah from Islamabad, Pakistan, wikipedia commons
Cara Sur del Batura Sar. Foto: Imran Shah from Islamabad, Pakistan, wikipedia commons

Una de las primeras cosas que se suele comentar de este macizo, tras su alta dificultad y tecnicidad, es su gran aislamiento. Algo que han podido comprobar de primera mano Piotr Tomala, Rafal Fronia, Wojciech Flaczynski, Filip Babicz, Mariusz Hatala, Krzysztof Stasiak, Marco Schwidergall, y Oswald Rodrigo Pereira, los componentes de la expedición.

Desde el último punto al que podían acceder por otros medios, tenían por delante 21 kilómetros de glaciar que transitar junto a los porteadores contratados. Pensaban que en 3, quizás 4 días, podrían superar el caos de morrena y hielo al que se enfrentaban. Pero finalmente, se encontraron con “el trekking más complicado que hayamos realizado hasta ahora.”

El primer día avanzaron 10-12km, un buen trayecto. El segundo continuaron avanzando, y el objetivo parecía cerca, pero los guías locales estaban teniendo serios problemas para avanzar y encontrar el camino, hasta que todos los porteadores dejaron sus cargas ante el esfuerzo y el riesgo no previsto. Tras las negociaciones, continuaron, pero después de unas horas seguían casi en el mismo punto, a apenas 300 metros del lugar en donde poder instalar el campo base, que entonces parecían infranqueables.

Tras muchos tiras y aflojas, los porteadores decidieron abandonar allí la carga y regresar. Sin poder instalar nada, los polacos permanecieron 2 días esperando, a 4.000m, en mitad del glaciar, hasta que el día 25 llegaron nuevos porteadores...que ante la situación, también abandonaron la carga y regresaron.

El día 26 cambiaron las cosas. Los polacos consiguieron llevar material hasta los 4.100m, pero ellos solos no iban a poder cargar con todo ni con muchos días por delante. Un nuevo grupo de porteadores enviado por la agencia llegó, y tras horas de arduo trabajo, superó con éxito el corto -pero a la vez enorme- espacio que les separaba del lugar en donde instalarse y comenzar la escalada.

En estos momentos ya han finalizado la instalación del campo, y están listos para trabajar en la montaña.

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