Edurne Pasaban y su equipo comienzan la aproximación al Saipal, 7.031m

“Hoy he tenido el primer contacto con la realidad de las mujeres de esta región. Una de las cosas que más me llama la atención es que ellas llevan el peso de la familia, ellas son las que trabajan, cocinan y crían a sus hijos. Hoy hablando con ellas, aunque su cultura y creencias religiosas son muy fuertes, ellas quieren otro futuro para sus hijas. Todas las mujeres nos apoyan en esta expedición. Preguntando a muchas de ellas si dejarían venir a sus hijas, la respuesta es que sí. Ojalá esto sea solamente un principio para que ellas poco a poco construyan su futuro.”

Edurne Pasabán ya se encuentra enfrascada en su nuevo proyecto, “Misión Saipal”, en el que intentará alcanzar la cumbre del Saipal, remota montaña de 7.031m apenas visitada, junto a Pabitra Bohora, Laxmi Budha, Sangita Rokaya y Saraswoti Thapa, 4 jóvenes mujeres del valle del mismo nombre que la montaña.

Esta expedición supone la vuelta de Edurne Pasaban al Himalaya tras concluir su proyecto de ascender los 14 ochomiles del planeta, y su principal objetivo es denunciar la difícil situación de las mujeres de este valle, fuertemente discriminadas, como podéis leer en el artículo en el que presentamos el nuevo proyecto de Edurne.

Piensan que el que 4 jóvenes mujeres decidan ascender un pico (algo que tienen prohibido, al ser consideradas impuras), y que además esas 4 mujeres dirijan tras la expedición una agencia de trekking en una zona sin apenas visitantes, puede ser importante para revertir la situación.

Ayer comenzaron el trekking hacia la montaña. También les acompañan algunos sherpas, viejos amigos de Edurne, que colaboran con el proyecto y han estado formando alpinísticamente a las 4 montañeras nepalesas, y los alpinistas Martín Ramos y Jorge Egocheaga, quien también va en calidad de médico.

Esta vuelta al Himalaya trae novedades para Edurne, tras el nacimiento de su hijo Max hace 18 meses, a quien ha tenido que dejar en casa: “Mis sentimientos son contradictorios, estos últimos años he soñado con el Himalaya y cuando ha llegado el momento de partir las sensaciones son raras. Estoy ilusionada pero otra parte de mi tiene miedo y pena. Ésta es la sensación de una madre cuando se aleja de su hijo.”