Robert Jasper, Expedición en solitario Kayak-Escalada en Groenlandia

Texto: Daniela Jasper
Fotos: Robert Jasper, Frank Kretschmann (indicado)

Robert Jasper se embarcó a mitad de julio en una aventura muy especial partiendo de Kulusuk, en el este de Groenlandia. Abandonó la civilización en solitario, completamente a su suerte, tras dejar Kungmit, el último asentamiento Inuit, remando hacia remotos fiordos en su kayak de mar plegable, en busca de una pared para escalar nuevos territorios. Hasta donde se sabe, esto no había sido hecho por nadie con anterioridad en esta región.

El mal tiempo y las condiciones de viento en los fiordos, así como los 90 kilogramos de material y comida para 4 semanas que tuvo que transportar, le pusieron al límite. Tanto material le obligó, en las zonas no acuáticas, a realizar los trayectos varias veces hasta conseguir moverlo en su totalidad.

Tras 12 días remando y porteando, Robert Jasper consiguió establecer su campo base al pie del llamado Circo de las Mandíbulas del Zorro, una cadena montañosa cuyos extraños picos de granito recuerdan los dientes de un depredador.

La soledad y el riesgo permanente de un encuentro con un oso polar hicieron mella en el ánimo y los nervios del escalador, pero aun así Robert Jasper decidió echar un vistazo a la Aguja Molar, el 2º diente de granito: “Surgió en mi la llamada de la incertidumbre de una primera escalada a una pared virgen. No sabes si es posible subir...¡es un gran desafío! Un reto personal afrontar una primera escalada en esas condiciones, en un terreno tan expuesto, y en estilo moderno de escalada libre.”

Alcanzó la vía a través de un corredor de nieve, y después de escalar un total de 7 largos en 2 días se vio obligado a descender al campo base por el mal tiempo. “La escalada era muy difícil, ya que no había fisuras continuas en la pared. La dificultad llegó a 7c, en roca buena y sólida.”

Al tercer día Jasper continuó su camino hasta la cima a pesar el tiempo inestable. Todo fue bien hasta que a falta de 80 metros para cumbre, empezó a llover, y la roca se volvió muy resbaladiza. Se planteó descender, pero eso suponía volver a escalar otra vez cada largo, así que, tras valorar los riesgos, continuó escalando. Llegó la niebla, y la pared cada vez estaba peor. Pero ahí Jasper sacó a relucir su gran experiencia como alpinista. “De repente las nubes se abrieron, y pude ver las montañas y fiordos que me rodeaban. Estaba solo, ningún rastro humano hasta donde la vista alcanzaba. Me sentí como en el paraíso. ¡Indescriptible belleza!”

Descendió rapelando la ruta, y llegó a la tienda 18 horas después. Tras 30 días solo en la naturaleza salvaje, 100km a pie con 90 kilos, 1.000m escaladas en pared, y 100km de kayak de mar, regresaba a Kungmit, cerrando el círculo.

Por eso mismo decidió nombrar a la vía “Stone Circle” (círculo de piedra): “Las cosas más impresionantes de la vida suelen ser rocosas y duras. Por eso permanecen para siempre en tu memoria. Esta expedición me puso al límite. Una gran aventura verdaderamente única en un escenario magnífico. Tuve muchas valiosas experiencias durante el viaje. Una verdadera joya en mi vida.”