Las primeras via ferrata fueron creadas en el siglo XIX, en los Alpes y el Pirineo, pero realmente, carecieron de importancia hasta la llegada de la 1ª guerra mundial, en las Dolomitas, con el fin de facilitar el acceso de las tropas a las zonas inaccesibles.
Las famosas clavijas del Cotatuero, en el valle de Ordesa fueron colocadas en el año 1881 con el fin de facilitar el acceso a la Brecha de Roldán a los cazadores de sarrios británicos; no hizo mal trabajo el herrero de Torla, y hoy siguen siendo usadas por miles de montañeros cada año.
Hasta el año 1917 las tropas italianas y austriacas lucharon fuertemente en las montañas Dolomitas. El objetivo era ganar control de las cimas de los picos para poder instalar controles de observación y baterías de fuego. Con el fin de facilitar el acceso de los soldados a un terreno difícil y expuesto, se construyeron miles de metros de cuerdas fijas, escaleras de madera y pasamanos. No fue hasta después de la Segunda Guerra Mundial que tal infraestructura fue reemplazada por cables de acero, escaleras metálicas y clavijas, con el fin de preservar tal compleja construcción.
Hoy en día en Europa, muchas de las vía ferrata están mantenidas por diferentes clubes de montaña y diferentes asociaciones. Algunas de ellas necesitan de permisos para ser escaladas e incluso en otras es necesario pagar un permiso de entrada.
Las vía ferrata atraen a cantidad de individuos cada año ansiosos de disfrutar uno o varios días escalando una gran pared sin necesidad de grandes recursos o experiencia alpina.
En 1911, John Otto estableció en el Parque Nacional del Colorado National Monument, en Colorado (EEUU) lo que de aquella podríamos considerar una vía ferrata. Tallando peldaños en la roca arenisca a base de martillo y cincel, y colocando tuberías de hierro a una distancia de un metro una de otra ascendió los casi 200 metros de la torre de arenisca Independence Monument. A través de los años las tuberías han desaparecido (excepto una) quedando como recuerdo los agujeros en las cuales se hallaban emplazadas.
Hoy en día, John Otto´s Route es una de las vías mas populares de las torres de arenisca del desierto americano. Una vía en libre de cuatro largos de 6a, la cual sería imposible de ascender sin el empleo de los peldaños esculpidos en la roca y los agujeros de las antiguas tuberías usados hoy como agarres de manos. No podemos decir que hoy es una vía ferrata pero quizás si una vía manufacturada. En la foto 1 observamos el último largo de la vía en la que se pueden apreciar los peldaños esculpidos en la roca y los agujeros en los cuales se hallaban las antiguas tuberías.
TRAZADO Y CARACTERÍSTICAS
El trazado de las vía ferrata puede ser muy variado. En ocasiones pueden seguir una línea vertical, otras veces un recorrido horizontal y muchas veces simplemente una combinación de las dos. El desnivel de la vía es también muy variado. Algunas son de tan solo unos metros de altura y otras veces encontraremos rutas de hasta mil metros de desnivel.
El recorrido también puede ser largo, alternando subidas, bajadas y pasos horizontales.
El tiempo para completar la ascensión puede también variar desde una hora hasta incluso días como ocurre en algunas de las Dolomitas, en las cuales se puede pasar la noche en los refugios de montaña.
Las características metamórficas también son variables, desde el sólido granito hasta la blanda roca arenisca.
Las vías ferratas también suelen seguir recorridos un tanto lógicos en la pared, conectando placas lisas, canales y desplomes con repisas y terrazas. En ocasiones incluso a través de techos. En la foto 2 observamos la pared en la que discurre la vía ferrata de Telluride (Colorado). El trazado de la ruta es un ochenta por ciento en travesía. Debajo de la vía, a su inicio, existe una zona popular de vías de escalada deportiva.
El principio de la vía ferrata es el de conectar todo su recorrido con cables de acero fraccionados a una distancia aproximada de 3 a 10 metros. Para facilitar la ascensión de los escaladores también disponen de peldaños metálicos, pasamanos, escaleras, peldaños tallados en la roca y en ocasiones, incluso puentes. En la foto 3 podemos observar los peldaños metálicos y el cable de una vía ferrata. Tal diversidad de medios artificiales ayudaran al escalador no familiarizado con las técnicas habituales de escalada a progresar con seguridad y disfrutar del ambiente de pared.
Como norma general, el escalador ira asegurado al cable mediante el uso de un sistema dinámico de cabos de anclaje. En ocasiones, incluso podremos utilizar una cuerda para asegurar los largos de la vía, ofreciendo una mayor seguridad al margen del empleo del cable.
FACTOR 2 DE CAÍDA
Durante la ascensión de vías ferratas o terrenos de aventura corremos un riesgo muy grande de caernos generando un factor de caída 2 o superior. Ello es debido al empleo de cabos de anclaje (o líneas de vida) estáticos y sin posibilidad de disipación de energía. Siempre que escalemos por encima del anclaje, del seguro, de la reunión o del cable podremos provocar una caída de factor 2 o superior si nos hallamos anclados con un cabo de anclaje convencional, sin posibilidad de disipación. Cuando escalamos una vía normal de pared empleamos la cuerda dinámica y colocamos los seguros con el fin de protegernos en caso de caída. La distancia de caída y la cantidad de cuerda que desplegamos dictarán el resultado del factor de caída.
Es por ello que siempre que estemos anclados a un punto de seguro mediante el uso de un cabo de anclaje estático nunca nos subiremos por encima de tal seguro.
Por tal razón siempre emplearemos cabos de anclaje dinámicos y con posibilidad de disipar la energía producida en caso de la caída del escalador durante la ascensión en vía ferrata. De tal manera el impacto producido en la cadena de seguridad durante una posible caída será menos dramático.
MATERIAL Y EQUIPO
Durante la ascensión hemos de movernos ligeros, mediante el empleo de un material de seguridad y de un equipo efectivo que pese poco.
- Arnés. Un arnés homologado de cintura, cómodo y ligero. En niños pequeños (hasta aproximadamente 8 años de edad) hemos de emplear un arnés integral. El arnés de cintura es más cómodo que el integral pues nos permite una mayor libertad de movimientos. En caso de disponer de una mochila pesada habremos de confeccionar un arnés de pecho con el fin de evitar el volteo del escalador en caso de caída.
- Cabos de anclaje. Han de ser dinámicos y disponer de un sistema de absorción de energía. Hoy en día disponemos de numerosas opciones a la hora de elegir un cabo de anclaje disipador. Intentaremos buscar aquellos que ofrezcan una buena seguridad con la ventaja de que al mismo tiempo sean ligeros y fáciles de emplear. Una correcta homologación es necesaria, CE, UIAA, etc.
Los cabos de anclaje disponen de dos cintas con dos mosquetones. Las cintas están unidas al sistema disipador, que en caso de caída dinamiza el sistema, amortiguando el impacto. El cabo lo uniremos al arnés realizando un nudo de alondra a través de los bucles de la pernera y de la cintura. Los mosquetones son normalmente sobredimensionados con el fin de desplazarse bien a través del cable de la vía.
Existen diferentes maneras de improvisar un sistema de cabos de anclaje. El ejemplo siguiente es sencillo y seguro. El material necesario es el siguiente: una cinta disipadora, dos cintas o vagas de reunión, dos mosquetones anchos de seguro y dos mosquetones maillón rapide. La cinta disipadora la ataremos al anillo central del arnés mediante el empleo de un mosquetón maillón. En el otro extremo del disipador colocaremos el otro mosquetón maillón y al cual ataremos las cintas de reunión. En el extremo final de las cintas de reunión coloraremos los dos mosquetones de seguro, uno en cada línea. El resultado es un cabo de anclaje disipado con dos líneas de aseguramiento. En la foto 4 observamos un cabo de anclaje diseñado para vías ferratas (izquierda), un cabo de anclaje improvisado con disipador (centro) y un cabo de anclaje normal sin disipación y no aconsejado para escalar vías ferratas (derecha). - Casco. Un casco ligero homologado de escalada será suficiente.
- Mosquetones. Mosquetones anchos de seguro o con sistemas automáticos de presión. De tal manera correrán bien por el cable y se anclarán sin problema en los peldaños. No utilizar mosquetones pequeños, pues será complicado anclarlos perfectamente.
- Sistemas de aseguramiento. Si empleamos la cuerda durante la ascensión hemos de disponer de un sistema adecuado de aseguramiento. Para ello podemos emplear placas de freno, un Grigri o bien un nudo dinámico de aseguramiento. Para descender podemos utilizar las mismas placas de freno o bien un descensor en Ocho.
- Cintas. Es necesario disponer de cintas variadas de hombro y de reunión que nos servirán a la hora de montar reuniones o bien para realizar otras operaciones de anclaje. Si vamos a emplear la cuerda hemos de traer algunas cintas exprés para asegurarnos a los clavos y anclajes de la vía.
- Mochila. Una mochila ligera y cómoda que no nos tire hacia atrás demasiado. En ella transportaremos agua, alimentos, ropa de abrigo, lámpara frontal, primeros auxilios, etc. Intentaremos que no pese demasiado con el fin de disfrutar la ascensión. Una mochila demasiado pesada puede tirarnos hacia atrás durante la escalada en tramos verticales y desplomados.
- Calzado. Unas zapatillas o botas ligeras que dispongan de buena tracción en caso de que tengamos que movernos en la roca.
TÉCNICAS DE PROGRESIÓN EN TERRENO VERTICAL SIN EL EMPLEO DE CUERDA
El proceso de ascensión es simple. El escalador dispone de un cabo de anclaje con dos líneas de conexión. El cabo de anclaje lo conectaremos al arnés mediante un nudo alondra o bien un mosquetón maillon. Nunca anclaremos el cabo de anclaje al arnés empleando un solo mosquetón de seguro, si es preciso emplearemos dos mosquetones de seguro contrapeados o bien el mosquetón maillon rapide. Al margen de ello anclaremos al anillo central del arnés una cinta auxiliar mediante el empleo de un mosquetón maillon o bien un nudo de alondra. Al final de tal cinta auxiliar colocaremos un mosquetón ancho de seguro. Esta cinta auxiliar nos servirá para anclarnos de manera provisional a los peldaños de la vía en momentos de descanso. También podemos anclarla al cable u otros tipos de anclajes con el mismo motivo. Colocaremos los dos mosquetones de los cabos de anclaje en el cable y los cuales se moverán con nosotros a manera que progresamos. Durante la ascensión emplearemos nuestras piernas para progresar con el fin de no agotar nuestros brazos demasiado. Es el mismo principio de escalada en libre, nuestras extremidades inferiores son más fuertes que las extremidades superiores. En la foto 5 observamos una progresión en terreno vertical empleando los brazos y piernas para progresar con la ayuda de los escalones metálicos y los agarres naturales de la roca. Cuando nos encontramos con un fraccionamiento en el cable pasaremos primero un mosquetón a través del fraccionamiento para a continuación pasar el siguiente. En la foto 6 observamos la progresión en la vía con los dos mosquetones de los cabos de anclaje en el cable. Lo ideal es que solo una persona progrese entre fraccionamientos, pues de lo contrario en caso de caída podría arrastrar al compañero. Si es preciso daremos tiempo para que los otros escaladores pasen al siguiente fraccionamiento. En escaleras podemos anclarnos con cinta auxiliar para descansar en uno de los escalones y así poder aliviar los brazos. Podemos mantener un cabo de anclaje en el cable y el otro en los escalones para progresar con seguridad cuando nos encontramos cansados o el tramo es muy vertical o desplomado.
TÉCNICAS DE PROGRESIÓN EN TERRENO HORIZONTAL SIN EL EMPLEO DE CUERDA
Durante el ascenso en terreno horizontal seguiremos prácticamente los mismos principios empleados durante una escalada vertical. En la foto 7 observamos la progresión en una travesía. Es conveniente que nos mas de dos personas progresen al mismo tiempo entre anclaje y anclaje, siendo una persona el número ideal a la hora de moverse entre fraccionamientos. Si nos cansamos podemos reposar simplemente colgándonos del cabo de anclaje, y si éste es muy largo, emplearemos la cinta auxiliar. Durante la progresión podemos agarrar el cable con una mano y emplear la otra para agarrar las presas de la roca o los escalones, como podemos apreciar en la foto 8. Si nos agarramos al cable con las dos manos nos cansaremos más pues la ascensión se hará más difícil.
PROGRESIÓN MEDIANTE EL EMPLEO DE LA CUERDA
En ocasiones nos encontraremos más seguros si empleamos una cuerda para progresar en una vía ferrata. Los motivos pueden ser varios:
- La vía es difícil
- La vía es mantenida vertical o desplomada
- El compañero es novicio sin demasiada experiencia en alturas.
Sea cual sea el motivo emplearemos básicamente los mismos principios de seguridad utilizados cuando escalamos en vías en libre o artificial en pared. La cuerda a de ser dinámica y corta, de no mas de 40 metros. El diámetro puede variar, siempre y cuando la cuerda esté homologada para la escalada con cuerda simple. En la foto 9 podemos apreciar el aseguramiento con cuerda durante una travesía equipada con cuerda fija.
- 1. Ensamble. Los escaladores permanecerán atados en ensamble manteniendo una distancia entre ambos no inferior a la distancia existente entre los anclajes en el cable. Normalmente es una técnica sencilla en vías no muy difíciles en las cuales deseamos progresar con rapidez. Los cabos de anclaje los utilizaremos de manera habitual como hemos visto en los apartados anteriores. La cuerda la mantendremos tensa entre los escaladores pasándola por seguros si ello es posible. En algunas vías ferratas es posible pasar la cuerda por anclajes permanentes instalados ya en la vía. El primero de cordada puede también colocar algunas cintas o mosquetones en la vía con el fin de facilitar el pase de la cuerda, si no existen seguros permanentes preestablecidos. El segundo de cordada retirará tales seguros a su paso por ellos.
- 2. Aseguramiento por largos. Si la situación lo requiere aseguraremos los tramos difíciles montando reuniones en la vía, largo tras largo. El primero escalará pasando la cuerda por los seguros intermedios asegurado por su compañero. Cuando el primero llegue a la reunión asegurará al segundo de cordada desde ella mediante el empleo de una plaqueta, Grigri o nudo dinámico directamente desde la reunión. De tal manera dispondrá de un mayor control de la cuerda y del sistema que si aseguramos directamente desde el arnés. Este proceso lo repetiremos siempre que sea necesario. Es un proceso lento pero seguro. En la foto 10 observamos el aseguramiento con cuerda en la vía ferrata de Sacs, Benasque.
Descenso. El descenso de las vías ferratas es variado.
- En algunas vías descenderemos caminando por un sendero, que es normalmente lo más habitual.
- En otras podremos descender la vía rapelando, con instalaciones ya montadas.
- En determinadas ocasiones deberemos de retroceder la vía. Por ejemplo debido a cambios meteorológicos, tormenta, rayos, nieve, etc. O bien por ir demasiado lentos y la noche se nos echa encima. O también motivados por la lesión de alguno de los miembros del grupo. Sea cual sea el motivo, simplemente retrocederemos la vía de igual manera que hicimos durante el ascenso, empleando todos los sistemas de seguridad necesarios (foto 11).
Precauciones. Antes de iniciarnos en la aventura de escalar una vía ferrata hemos de estudiar la ruta y comprobar que estamos preparados para afrontar tal reto. Al mismo tiempo tendremos que disponer del material necesario para finalizar la vía con seguridad. Existe la posibilidad de que existan mas personas escalando la vía, si ello es así, tendremos cuidado con la posible caída de piedras u objetos. Mantendremos un espacio de seguridad entre los diferentes grupos de escaladores. Permaneceremos atentos a la meteorología, manteniéndonos alejados de cualquier posibilidad de tormenta, sobre todo eléctrica.
Formando parte del abanico de opciones a la hora de escalar una pared, las vías ferratas facilitan el acceso a individuos a una gran pared sin ser unos expertos en alpinismo o escalada. El montaje de cables y la manufacturación de la vía facilitan tal acceso de manera seguro, siempre y cuando cumplamos con las medidas básicas de seguridad. Es una manera simple y divertida de disfrutar de la naturaleza en un ambiente espectacular (foto 12).
Texto y fotos:
José Carlos Iglesias, Guía de Montaña UIAGM