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Cuerdas semiestáticas. Respuestas a preguntas frecuentes

Las cuerdas semiestáticas son esenciales en el mundo de la espeleología, el barranquismo y los trabajos verticales, pero son bastante desconocidas para quienes no realizan estas disciplinas ¿Para qué sirven? ¿Qué ventajas tienen sobre las dinámicas? ¿Qué peligros tiene usar unas en vez de otras? Te damos aquí las respuestas a algunas de las preguntas más frecuentes que nos hacéis sobre las cuerdas semiestáticas.

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Las cuerdas semiestáticas, esenciales en barrancos y espeleo y en varias disciplinas más

Las cuerdas juegan un papel crucial en la seguridad en el mundo de la escalada y el alpinismo. Son el medio de progresión que permite tanto escalar como descender de un modo seguro, pero conviene conocer las diferencias que existen entre todas ellas para asegurarnos de que estamos utilizando la adecuada para cada circunstancia.

Enseguida entraremos en los detalles de los tipos de cuerdas, pero antes de proseguir te aconsejamos que eches un vistazo al artículo que escribimos sobre las cuerdas para escalada y alpinismo y en el que explicamos al detalle las diferencias entre ellas. A modo de resumen podríamos decir que es posible encontrar cuerdas dinámicas (simples, dobles y gemelas) y semiestáticas (tipo A y tipo B). Existen más subtipos, pero mencionamos solo los que tienen homologación propia.

Entre los diversos tipos de cuerdas utilizadas en estas actividades, las cuerdas semiestáticas desempeñan un papel fundamental. En este artículo, exploraremos en detalle qué son las cuerdas semiestáticas, sus usos principales, las diferencias que existen con las cuerdas dinámicas y las diversas homologaciones que se les aplican.

Igualmente, te recomendamos que leas el artículo sobre cuidado y mantenimiento de cuerdas, donde descubrirás también curiosidades sobre las normativas.

¿Qué normativa se aplica a las cuerdas semiestáticas?

La normativa que se aplica a las cuerdas semiestáticas es diferente a la que se aplica a las dinámicas. En cuerdas semiestáticas o de baja elongación han de cumplir la homologación de la norma EN-1891 y adicionalmente la de la UIAA-107. Dentro de la normativa EN-1891 las cuerdas se pueden clasificar como de tipo A, las más resistentes, y de tipo B, algo menos resistentes pero habitualmente más ligeras y manejables.

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Cuerda Dana 9mm de Korda's, homologada En-1891 B.

Algunas de las pruebas que tienen que superar en la homologación son:

  • Resistencia estática a 22 kN sin nudos y 15 kN con nudo de ocho para las de tipo A y 18 kN sin nudos y 12 kN con nudo de ocho para las de tipo B.
  • Mínimo de 5 caídas de factor 1 antes de la rotura. La prueba se realiza a 100 kg para las de tipo A y a 80 kilos para las de tipo B.
  • Máximo de 600 daN de fuerza de choque en caída de factor 1. La prueba también se realiza a 100 kg para las de tipo A y a 80 kilos para las de tipo B.

¿Qué diferencia hay entre una cuerda dinámica y una semiestática?

Aunque las cuerdas semiestáticas y las cuerdas dinámicas comparten similitudes en su apariencia física, presentan diferencias significativas en su diseño y características de rendimiento. Las resumidas tienen que ver con la funcionalidad: las dinámicas se utilizan para detener caídas y las semiestáticas como medio fijado de progresión.

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Rápel en simple sobre cuerda semiestática asegurado con cuerda dinámica

Algo más ampliado y centrado en sus características, podríamos decir que se presentan estas diferencias clave:

  • Elasticidad: Las cuerdas semiestáticas tienen una elongación mínima, generalmente inferior al 5%, mientras que las cuerdas dinámicas tienen una mayor capacidad de estiramiento para absorber fuerzas de impacto.
  • Absorción de energía: Relacionado con lo anterior, las cuerdas dinámicas están diseñadas para absorber la energía generada durante una caída, reduciendo la fuerza de impacto que recibe el escalador y los anclajes. Las cuerdas semiestáticas no están diseñadas para este propósito y, por lo tanto, no tienen tanta capacidad para amortiguar caídas bruscas.
  • Resistencia a la abrasión: Las cuerdas semiestáticas están construidas con una camisa más tenaz y resistente para minimizar los daños por abrasión y corte, así como resistir mejor el paso de elementos como bloqueadores, poleas y descensores.

¿Para qué se utilizan las cuerdas semiestáticas? ¿No se podrían usar cuerdas dinámicas en todos los casos?

Vamos a tratar de aclarar conceptos clave antes de explicar la diferencia. En las actividades de montaña, las cuerdas pueden cumplir dos funciones:

Por un lado, frenar y absorber el impacto de una caída mientras los integrantes de la cordada avanzan conjuntamente con la cuerda. Es una situación habitual en escalada, alpinismo o travesía glaciar.

Por otro lado, se pueden utilizar como medio de progresión, ascendiendo o descendiendo por ellas mientras las cuerdas permanecen fijadas a uno o varios anclajes. Es lo que observamos en disciplinas como barranquismo, espeleología, trabajos verticales o parques de aventura, así como en pasamanos en lugares expuestos o en cuerdas fijas en himalayismo.

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Pasamanos y cuerdas fijadas durante trabajos arqueológicos

Las cuerdas semiestáticas, a veces denominadas simplemente cuerdas estáticas, son un tipo de cuerda diseñada específicamente para actividades donde la carga aplicada a la cuerda es principalmente estática o con movimientos no violentos, es decir, en suspensión pero sin grandes caídas.

A diferencia de las cuerdas dinámicas, que están diseñadas para absorber fuerzas de impacto en caso de una caída, las cuerdas semiestáticas están diseñadas para minimizar la elongación y proporcionar una mayor resistencia a la abrasión. El motivo de evitar la elongación típica de las cuerdas dinámicas es facilitar maniobras como el remonte de cuerda, la recuperación tras un rápel y, sobre todo, evitar que el “chicleo” cercene la cuerda en un roce repetitivo con una arista.

¿Por qué las cuerdas semiestáticas se utilizan para barrancos y espeleología?

El uso deportivo de las cuerdas semiestáticas es mayoritario en actividades como barranquismo y espeleología, aunque su utilización se amplía en otros ámbitos incluidos los profesionales. Las cuerdas semiestáticas se utilizan en una variedad de actividades que requieren, como características comunes, una mayor resistencia y mínima elongación.

En estas actividades o disciplinas que vamos a mencionar, apenas se producen caídas sobre cuerda ya que la progresión se realiza por la cuerda una vez que ya está fijada. Aquí hay algunos usos comunes de las cuerdas semiestáticas:

  • Espeleología: La exploración de cuevas y simas con descenso y ascenso por cuerdas fijadas en simple requiere el uso de cuerdas semiestáticas para realizar una progresión eficiente y evitar los peligros de rotura por los roces con las aristas de roca.
  • Barranquismo: Ver artículo sobre barranquismo. En el barranquismo, al igual que en espeleología, las cuerdas semiestáticas se utilizan para descender de manera controlada y segura. Una cuerda estática evita el “chicleo” durante el descenso y permite una recuperación más fácil tras finalizar el rápel.
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    Rápel en un barranco con cuerda semiestática en doble
  • Pasamanos y cuerdas fijas: Los pasamanos y las cuerdas fijadas en tramos expuestos o con dificultad, permiten un tránsito seguro de personas hacia otro lugar o como acceso a una instalación alejada. Las cuerdas semiestáticas se utilizan en este contexto para garantizar la seguridad del paso y evitar una caída, aunque durante el montaje de estas instalaciones se suelen utilizar provisionalmente cuerdas dinámicas que garanticen la seguridad en caso de caída.
  • Trabajos en altura: En actividades como el rescate, los trabajos en suspensión, el mantenimiento de estructuras o el acceso a lugares elevados, se utilizan cables o cuerdas semiestáticas para proporcionar una línea de vida fiable y segura.

¿Existen las cuerdas completamente estáticas?

Todas las cuerdas, por el material con el que se construyen y por el tipo de trenzado, tienen una mínima elongación. Existen cuerdas definidas como "cuerdas de muy baja elongación", pero su uso está tan restringido a actividades muy minoritarias como rescate, intervención, izado de cargas o montaje de instalaciones de tensión como tirolinas o puentes tibetanos, que no tienen salida en actividades deportivas. La ventaja que ofrecen sobre las semiestáticas es mínima y los problemas de seguridad por su nula capacidad de absorber nada de energía pueden ser muy graves.

Existen también cordinos realizados en Kevlar (aramida) que, aunque no cumplen la homologación de cuerdas de baja elongación, sí que se utilizan para maniobras complementarias como la recuperación de cuerdas en un rápel realizado en simple.

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Cuerda estática auxiliar de aramida para maniobras complementarias

¿Y existe algún modelo con doble homologación para cuerda dinámica y cuerda semiestática?

Sí, la cuerda Lluisa de 10’5 milímetros de la marca Korda’s cumple la doble homologación ¿Cómo puede ser esto? Sencillamente porque las pruebas que pasan en las homologaciones de semiestáticas son diferentes de las que se pasan en cuerdas dinámicas. De este modo, el ensayo de fuerza de choque durante las pruebas de homologación para cuerda semiestática se hacen con un factor 0’3 y 100 kilogramos, lo que arroja un valor de 440 daN, mientras que para cuerda dinámica se hacen con un factor 2 y 80 kilogramos, lo que da un resultado de 1165 daN.

Este valor de casi 12 kN de impacto en caída de factor 2 entra, por muy poco, dentro de los límites permitidos dentro de la normativa y es una frenada realmente brusca y probablemente dolorosísima, por lo que no es recomendable arriesgarse a maniobras que impliquen caídas de factor 2 cuando estemos siendo asegurados con esta cuerda. La cuerda Lluisa es, no obstante, una excelente opción como cuerda semiestática en la que eventualmente tengamos que hacer alguna maniobra de aseguramiento dinámico.

¿Conviene que las cuerdas semiestáticas que se utilizan en barrancos sean flotantes?

Definitivamente no. Para que una cuerda flote se ha de fabricar con un material que tenga una densidad menor que la del agua. Esto implica tener que recurrir al polipropileno, un material con una resistencia más baja y un punto de fusión menor que el de la poliamida, material habitual en las cuerdas para actividades de montaña.

Estas cuerdas se denominan como tipo C (cañones) y puede dar la apariencia de que continua la serie de homologación tipo A y tipo B, pero es importante insistir en que las cuerdas denominadas como semiestáticas de tipo C no cumplen con ningún tipo de homologación y tienen los peligros añadidos de resistencia y bajo punto de fusión que no deberíamos desdeñar.

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Rapel en simple ajustado desembragable

Además, el hecho de que una cuerda flote en una recepción agitada puede provocar enredos que lleven a bloqueos peligrosísimos. Las técnicas actuales de descenso en barrancos (rápel en simple ajustado y desembragable) ya permiten maniobras seguras sin que la cuerda se vaya al fondo, por lo que no es necesario la utilización de cuerdas flotantes, que son más peligrosas y menos duraderas.

¿Por qué algunos fabricantes recomiendan mojar las cuerdas semiestáticas antes de su primer uso?

Las cuerdas encogen de longitud y engordan de grosor con el uso (hasta un 12%) y al mojarlas (hasta un 8%). Tradicionalmente se recomendaba mojarlas antes del primer uso para estabilizarlas para no llevarnos sorpresas en algún rápel en el que, en contra de la reseña, la lógica y las matemáticas, la cuerda se quedaba corta antes de llegar a la base.

Hoy esta recomendación sigue vigente, aunque lo ciertos es que muchos fabricantes ya incluyen algunos metros de más en sus rollos previendo ese encogimiento o las venden ya estabilizadas de fábrica para asegurarnos de que la medida que nos llevamos (y hemos pagado) se corresponda exactamente con la que vamos a poder usar. Es importante también que te cerciores de si la cuerda que compras está encogida de fábrica o no para conocer el valor real de lo que estás pagando. En todo caso, ve midiendo frecuentemente la longitud de tus cuerdas para no llevarte una sorpresa en el momento más inoportuno.

¿Todas las cuerdas blancas son semiestáticas?

No existe una normativa al respecto. Hasta principios de siglo XXI podías afirmar que si tenías una cuerda blanca era semiestática y si era de colores era dinámica. El motivo de hacer cuerdas semiestáticas blancas era práctica: menor precio de la poliamida blanca, mejor localización en ambientes oscuros de barrancos y cuevas, mejor resistencia a la radiación ultravioleta en cuerdas fijas... pero hoy en día la diferenciación por color ya no es evidente.

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Las cuerdas semiestáticas blancas fueron lo más habitual, pero hoy en día la variedad es inmensa

Actualmente, no existe una manera clara de identificar a simple vista una cuerda como dinámica o como semiestática si el fabricante no lo marca en la propia cuerda, ya que solo buscando el núcleo de la cuerda (y no en todas las marcas) podemos encontrar la identificación de las cuerdas semiestáticas, para lo cual es necesario partir la cuerda. Sí que es cierto que la normativa UIAA-107 establece que el 80% de la superficie visible será de un único color, de modo que permite descartar como semiestáticas aquellas de colores variados. En las cuerdas de 32 husos, al menos 26 deberán ser del mismo color; en las de 40 husos, serán 32, etc.

Existen en la actualidad cuerdas semiestáticas de colores muy variados, pero por ahora no conocemos cuerdas dinámicas de color blanco. Esto no quiere decir que mañana vaya a salir una cuerda dinámica de color blanco, ya que no hay ninguna normativa que lo impida, por lo que no podemos afirmar que esto vaya a ser así siempre.

Tienda web: www.barrabes.com
Tiendas Barrabes: Barcelona, Benasque, Jaca, Madrid O'Donnell, Madrid Ribera de Curtidores, Zaragoza.

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