Pieles de foca: básicos para elegirlas y cuidados

Las pieles de foca son el elemento determinante de progresión en cuestas cuando hacemos esquí de travesía. La elección de su material, sus cotas y su sistema de ajuste, así como el mantenimiento que requieren para seguir estando en perfectas condiciones muchas temporadas son los temas que vamos a explicar en este artículo.

Pieles de foca bajo los esquís, Esenciales para avanzar en nieve. Foto: Ángel Moraga

Si estás leyendo este artículo probablemente es porque tengas muchas ganas, curiosidad o tengas previsto meterte en el maravilloso mundo del esquí de travesía. Se te presupone algo de experiencia en esquí alpino, así que ya sabes algo de botas, fijaciones y tablas de esquí. Las pieles de foca son el accesorio diferenciador del esquí de montaña respecto al de pista, aunque como podrás comprobar en cuanto entres con algo de profundidad en la "trave", los materiales difieren mucho entre las modalidades alpino y de montaña.

Antes de continuar, te dejamos unos enlaces sobre material para esquí de travesía que seguro que te interesa conocer:

Las pieles de foca son un tipo de accesorio utilizado en el esquí de travesía. De las focas, afortunadamente, ya solo queda el nombre, ya que las originales eran de este animal por la capacidad de su pelo para deslizarse en una dirección y no en la contraria, lo que les permite a las focas avanzar unidireccionalmente hacia adelante.

Se trata de unas piezas adhesivas de tela que se colocan en la suela de los esquís para proporcionar tracción cuando se está subiendo una pendiente de nieve. Las pieles de foca, por tanto, están hechas de un material similar al pelo de foca que permite que los esquiadores avancen sin resbalar hacia atrás. También son útiles para evitar que los esquís se deslicen libremente hacia adelante cuando se está bajando una pendiente, frenando y reteniendo la bajada.

El material suave y flexible de las pieles de foca tiene las características idóneas para que se adhiera firmemente a la base de los esquís, proporcionando una superficie de tracción adicional que permite al esquiador avanzar con facilidad en la nieve incluso cuando está dura y compacta. Las pieles de foca son una herramienta esencial para practicantes de esquí de travesía, ya que les permiten transitar por terrenos montañosos de forma rápida y segura.

Las propiedades de una piel de foca se miden en dos características esenciales y contrapuestas: deslizamiento y agarre. Además habría que incluir una tercera característica que es el peso y que se mide en gramos por metro cuadrado, aunque las diferencias entre los modelos solo son apreciables en actividades competitivas.

Deslizamiento: Es la capacidad que tiene una piel de foca para avanzar sobre la nieve sin oponer resistencia. Se mide en energía consumida por unidad de tiempo, más concretamente en kilocalorías por hora. Cuanto menor sea el número de kilocalorías más sencillo y fácil será el desplazamiento.
Agarre: es la medida contraria. Se trata de la capacidad de una piel de foca para permanecer sin deslizar en la nieve mientras se aplica una fuerza, midiéndose en peso por unidad de superficie, habitualmente en kilogramos por centímetro cuadrado. Cuanto mayor sea el número más fácil será mantenernos en una pendiente nevada sin deslizarnos hacia atrás.

Pieles de foca Mix de Pomoca: Deslizamiento de 235 kcal/h. Agarre de 46 g/cm².

Como ya hemos comentado, ambas fuerzas son contrapuestas y esto se consigue gracias a la direccionalidad del pelo de la piel de foca (orientación anisótropa en términos técnicos) que le permite deslizar de modo sencillo cuando avanzamos y ofrecer una gran resistencia cuando la gravedad nos empuja hacia atrás. Dicho de otro modo, a contrapelo las focas ofrecen la suficiente resistencia para no dejar que nos vayamos hacia atrás mientras que en el sentido correcto, el deslizamiento es suave.

¿Qué tipo de pieles de foca me conviene según mi estilo de esquí?

La elección puede ser compleja si estás iniciándote en esto del esquí de travesía y no tienes muy claro cuáles serán tus capacidades y habilidades deslizándote cuesta arriba por pendientes nevadas. Ya hemos visto que hay tres tipos de materiales en las pieles de foca: las realizadas en mohair, las sintéticas y las que mezclan los dos materiales a las que se les da la genérica denominación de mixtas. El resumen es que cuanto mayor nivel de foqueo y mejor forma física más te recomendamos unas de mohair y viceversa para la recomendación de las sintéticas.

Pieles mixtas 35% mohair / 65% sintético de Contour

La pregunta es: ¿se notan las diferencias entre materiales cuando estás empezando? La respuesta es que el deslizamiento no lo apreciarás demasiado, pero el agarre sí. En caso de grandes foqueos, competiciones o kilómetros verticales es posible que sí que necesites el equipo más eficiente energéticamente, pero en travesías normales a un ritmo moderado y con una técnica de iniciación no vas a ser capaz de apreciar las ventajas de un deslizamiento eficiente, pero sí agradecerás un agarre excelente.

El mohair es un tipo de lana obtenida del pelo de la cabra angora. La lana de mohair es suave, ligera y resistente y se utiliza a menudo en la confección de ropa de invierno de alta calidad, pero también se utiliza en la fabricación de alfombras, cortinas y otros productos textiles debido a su durabilidad y resistencia.

Tradicionalmente se recomendaba pieles de mohair solo a gente muy experta con una técnica depurada de foqueo y para altas intensidades de actividad, como podía ser una competición o un entrenamiento de alto nivel. El deslizamiento del mohair es excelente, pero decae muchísimo en agarre y en durabilidad de la foca, por lo que solo lo usa gente para quien el deslizamiento muy eficiente sobre la nieve y una gran habilidad foqueando compensan con creces los problemas antes referidos. Suelen ser pieles de foca de pelo algo largo en comparación con las sintéticas.

Las pieles de foca sintéticas tienen un agarre excepcional en la nieve, por lo que son muy recomendables para iniciarse en el esquí de travesía. Son de pelo corto y el material con el que están hechas es el nailon (poliamida). Relacionado con esta capacidad de agarre, el deslizamiento es mucho menos eficiente que el de mohair, por lo que no se recomienda en caso de que la velocidad sea una premisa esencial y tampoco es del todo recomendable en caso de esquís de cotas muy anchas porque la gran superficie a cubrir implica un gran rozamiento. En general, no son demasiado demandadas ya que las pieles de foca mixtas que veremos a continuación suelen tener un agarre más que suficiente para iniciación y bastante mejor deslizamiento que las sintéticas.

Si ya tienes algo de experiencia foqueando y no tienes especial interés en competir o en cronometrarte en cada foqueada, lo que necesitas son las pieles de foca mixtas entre sintético y mohair. La relación habitual es 30/70 aunque existen otros porcentajes en los que si aumenta el sintético se mejora el agarre y si aumenta el mohair se favorece el deslizamiento.

Modo de fijación de las pieles de foca en los esquís

Hoy en día, las pieles de foca se adhieren a las suelas de los esquís. Lo habitual es que sea mediante un encolado de fábrica que se recomienda renovar según se va perdiendo adherencia, pero recientemente han salido modelos de pieles de foca que utilizan sistemas sin adhesivos.

Las pieles de foca sin pegamentos utilizan una propiedad física llamada adhesión molecular. Están realizadas en tipos especiales de silicona que permiten fijarse a las suelas de los esquís sin necesidad de un añadido pegajoso. Las ventajas son claras: ajuste sencillo y perfecto, durabilidad eterna, mantenimiento prácticamente nulo… la única desventaja es un precio superior, sin embargo compensa por el tiempo de uso sin tener que realizar reencolados.

Sea mediante adhesivo tradicional o con adhesión molecular, el adhesivo utilizado en las pieles de foca debe ser suficientemente fuerte para soportar el peso del esquiador y el movimiento en la nieve, pero también debe ser fácil de quitar y dejar sin residuos cuando se retiren las pieles de foca. Con el uso, la suciedad y el tiempo, las pieles de foca con adhesivo pierden capacidad de pegado y es necesario realizar mantenimiento de las mismas que pasaremos a detallar ahora mismo.

Lo normal hoy en día es comprar unas pieles de foca a medida para nuestras tablas o entallarlas manualmente. El entallado manual es un proceso relativamente sencillo que permite ajustar las pieles de foca a nuestros esquís de un modo exacto, cubriendo toda la suela de los esquís menos los cantos para aprovechar al máximo la superficie de foqueo.

Una solución inteligente de aprovechamiento de la superficie de contacto son las focas "partidas". Pieles de foca divididas longitudinalmente para adaptarse a los cantos de los esquís dejando la suela con algo de superficie de deslizamiento. No afectan al agarre, mejoran el deslizamiento y aligeran algo de peso. Como contra son un poco más engorrosas de poner y hacer coincidir entre ellas a la hora de recogerlas.

Pieles de foca mixtas y partidas de Contour

Además del sistema de adhesión a las suelas, las pieles de foca se fijan a los esquís mediante unos enganches: siempre hay uno en la espátula y opcionalmente puede haber uno para la cola. No siempre los sistemas de fijación son compatibles con todos los esquís, de modo que debes verificar que el sistema de fijación de la piel de foca va a poder utilizarse en tus tablas.

Sistema de fijación de tensor rápido para la espátula y gancho en la cola de Dynafit

Cuidados y mantenimiento de las pieles de foca

Las pieles de foca son un accesorio muy resistente, pero requieren un cuidado adecuado para mantenerlas en buen estado. Aquí hay algunos consejos para cuidar tus pieles de foca:

Limpia las pieles de foca después de cada uso. Esto evitará que se acumule suciedad o arena en la base de los esquís, lo que puede dañar el material adhesivo de las pieles de foca.
Guarda las pieles de foca en un lugar fresco y seco cuando no las estés usando. La humedad puede dañar el material adhesivo y reducir su adherencia, así que es importante evitar almacenarlas en lugares húmedos o en la nieve.
Evita doblar o enrollar las pieles de foca cuando las guardes. Esto puede dañar el material adhesivo y reducir su adherencia a la base de los esquís.
Si las pieles de foca se han mojado, deja que se sequen completamente antes de guardarlas. La humedad puede dañar el material adhesivo y reducir su adherencia, así que es importante asegurarse de que estén completamente secas antes de almacenarlas.
En determinadas ocasiones durante el foqueo es posible que sufras con la aparición de zuecos de nieve. Esto sucede cuando la piel de foca se ha humedecido por nieve primavera o por haber pisado un charco o un curso de agua y entra en contacto con una zona más fría de nieve que congela y apelmaza con nieve nueva la parte mojada de nuestras pieles de foca. Es fácilmente evitable mediante la aplicación de algún tipo de cera o líquido antizuecos antes de empezar a foquear.

Siguiendo estos consejos, podrás mantener tus pieles de foca en buen estado y disfrutar de su uso durante mucho tiempo.

Adjuntamos unos vídeos en los que explicamos cómo es el proceso de reencolado para que tus focas permanezcan en buen uso durante más tiempo.

Descontaminando el pegamento de nuestras pieles de foca.

Eliminando el pegamento viejo, aplicando el nuevo.

Esperamos haber aclarado algo tus dudas sobre las pieles de foca. ¿Sigues sin aclararte? No te preocupes, acércate por nuestras tiendas físicas o visita nuestra web donde vamos a estar con mucha ilusión por responder todo lo que quieras saber. ¡Te esperamos!

Tienda web: www.barrabes.com
Tiendas Barrabes: Barcelona, Benasque, Jaca, Madrid O'Donnell, Madrid Ribera de Curtidores, Zaragoza.