Tal vez, si tienes ya unos años y llevas practicando montaña bastante tiempo, todavía conserves entre tus reliquias de material alguna de las linternas Zoom de Petzl. Aquellas linternas frontales supusieron una auténtica revolución en el mundo de la montaña, ya que permitían iluminar sin la necesidad de utilizar manos ni tener que llevar casco, haciéndolas muy prácticas para su uso en senderismo.

El tamaño y el peso, sin embargo, no eran de lo más cómodo. Hoy en día que nos hemos acostumbrado a los modelos recientes nos parecería absolutamente demencial tener que transportar en la cabeza para cualquier tipo de actividad esa linterna alimentada por una pesada pila de petaca, sin embargo era lo único que había y proporcionaba una luz aceptable para caminar por la noche. El éxito de esta linterna fue tal que la Zoom se mantuvo sin apenas modificaciones en catálogo 22 años, desde 1981 a 2003, algo impensable por aquel entonces en un producto de electrónica.

¿Y qué fue lo que acabó con un modelo tan exitoso? Los avances tecnológicos en el mundo de la iluminación llevaron a Petzl a incorporar un elemento electrónico que, por aquel entonces, solo tenía una pequeña aplicación en ciertos dispositivos como los cuadros de mando de los automóviles y testigos de funcionamiento en algunos aparatos como televisores y equipos de música. Se trataba de los LED (Light-emitting diode, diodo emisor de luz), un semiconductor que cuando se le aplica una corriente eléctrica libera fotones por el efecto de la electroluminiscencia. Por si estos conceptos no te son familiares, te recomendamos que eches un vistazo al artículo en el que explicamos cómo escoger tu frontal para actividades de montaña.

Con la salida la mercado en 2001 de la Tikka y su versión retráctil la Zipka, primera frontal de diodos, la revolución fue considerable y un éxito de ventas que superó todas las expectativas. Como dato curioso, ha sido el producto de Petzl más plagiado de la historia. El triunfo de la primera Tikka fue brutal: a pesar de que los ledes del momento tenían algo menos de flujo lumínico que las clásicas bombillas incandescentes, su eficiencia energética, su duración, su peso y su tamaño permitieron unas ventajas increíbles para la iluminación artificial en montaña.

Con el tiempo y la imparable mejora tecnológica, tanto la Tikka como todas las linternas frontales del mercado fueron incorporando mejoras técnicas referentes a la facilidad de uso y a la potencia ofrecida por los ledes. Una de ellas, tal vez la más importante, es la iluminación adaptativa: heredada de la industria del automóvil, permite a los vehículos adecuar la potencia de los focos según la luminosidad exterior que depende de si se hace de noche lentamente, se entra en un túnel o si en plena noche nos cruzamos con un coche que no tiene que ser deslumbrado.

Esta tecnología aplicada a la montaña se presenta en enero de 2012 en forma de la revolucionaria frontal Nao. Consta de unos sensores que registran en todo momento las condiciones de visibilidad para que esa información sea rápidamente interpretada por la frontal de modo que su sistema electrónico adapte el flujo lumínico a las necesidades de ese momento. Se trata de la tecnología Reactiv de Petzl.

Tecnología Reactiv

La tecnología Reactiv de las linternas frontales de Petzl que consiste en una regulación automática de la potencia y del haz luminoso según condiciones y distancia. Logra regular la luz emitida por la frontal de un modo inmediato para adaptarla a las necesidades de ese instante.

Tanto en carrera, donde bajamos la cabeza al suelo o la levantamos para anticipar el siguiente obstáculo, como en escalada, donde pasamos de estar a escasos centímetros de la pared a comprobar si la cuerda llega al suelo en un rápel, como en espeleología donde pasamos de una gatera a una amplia sala, como por supuesto en senderismo, donde podemos estar mirando un mapa y alternativamente comprobar si más adelante está ese cruce de caminos que buscamos. Los ejemplos de la necesidad de este tipo de iluminación en esquí de montaña, alpinismo u orientación son tantos y tan variados que no terminaríamos nunca de poner casos.

Pero, ¿cuáles son los beneficios de la tecnología Reactiv? Esta tecnología inteligente tiene varias ventajas sobre la iluminación convencional usada hasta ese momento, siendo su automatismo y su eficiencia energética las dos principales.

Frontal Swift RL de Petzl. Solo 100 gramos de peso y 900 lúmenes.

Es un sistema automático en el que no tenemos que realizar ningún ajuste manual. Desde el momento en el que se activa la linterna es ella la que va a regular el flujo luminoso y el haz de luz para adaptarlo a las circunstancias de la actividad: luminosidad, velocidad, distancia, etc.

El no tener que modificar manualmente ninguna función de la frontal nos permite, en primer lugar, despreocuparnos de cualquier manipulación de la misma, permitiendo concentrarnos únicamente en la actividad. En segundo lugar, el hecho de liberar manos da la oportunidad de utilizarlas para otras funciones como llevar guantes gruesos o utilizar bastones, lo que no siempre es demasiado compatible con el manejo de los pequeños botones de una linterna.

Dentro de las razones prácticas, la optimización del consumo de energía es quizás de la que mayor partido vamos a sacar. La tecnología Reactiv no solo permite iluminar con el flujo lumínico exacto a las necesidades de cada instante durante la actividad, sino que consigue un consumo de la batería inmejorable, con una demanda de carga adaptada. Evidentemente, si las necesidades de iluminación fuerte son altas durante toda la actividad, el consumo será alto, pero exactamente igual que si fuéramos con una frontal estándar regulable en intensidad de modo manual. La ventaja de las frontales con tecnología Reactiv es que solo van a consumir la energía necesaria, ni más ni menos, para cada actividad al garantizar la luz exacta necesaria y, por tanto, su consumo energético proporcional y equilibrado.

Construcción Hybrid Concept

El dilema entre pilas o batería recargable ha perseguido siempre a los aparatos electrónicos. Además de datos importantísimos como la cantidad de energía por unidad de tiempo (mAh o miliamperios por hora) que esa batería o esas pilas son capaces de proporcionar a un dispositivo electrónico, se trata de saber sobre todo el uso y la intensidad del mismo que le vamos a dar al aparato.

Tradicionalmente, la calidad de las baterías recargables de níquel-cadmio ha sido siempre muy justa y no es de extrañar que rápidamente fueran sustituidas por las de ion de litio. Las de níquel-cadmio ofrecían en comparación a las de Li-Ion una eficiencia no demasiado alta, mayor peso y volumen, mayor tiempo de carga, más proclive a la autodescarga, efecto memoria… Es por todos estos motivos por los que, hasta la aparición de las primeras baterías de ion de litio a un precio razonable, existieran un debate más o menos reñido entre usar baterías o pilas alcalinas desechables.

Sin embargo, en la actualidad ese debate prácticamente ya no existe. Las baterías de ion de litio han mejorado tanto todos los parámetros de las antiguas baterías de níquel-cadmio, siendo además mucho menos contaminantes, por lo que la única razón por la que alguien puede decantarse por las pilas desechables sea la del menor precio de estas. Así pues, cualquier dispositivo electrónico de gama alta que no esté conectado a la red de suministro eléctrico vendrá con batería recargable salvo en aquellos casos en los que el dispositivo funcione con consumos extremadamente bajos o cuando su uso no sea intensivo.

Sucede que las linternas frontales se hallan a medio camino (o más bien, en un amplio rango) entre el uso intensivo y ocasional. La misma frontal puede ser adquirida por alguien que la vaya a utilizar todas las noches como para alguien que la quiere llevar únicamente por precaución en el coche.

En esos casos la opción de carga más recomendable sería la que permitiera el alimentación híbrida: con pilas en el caso de uso ocasional o con batería recargable en el caso de uso intensivo. La ventaja de los frontales Petzl con construcción Hybrid concept es que la misma caja de las pilas acepta su batería Core, lo que permite un uso indistinto de ambas opciones.

Batería Core de Petzl para frontales de construcción Hybrid

La Accu Core es una batería de ion de litio recargable mediante USB. Tiene una capacidad de 1250 mAh y un tiempo de carga de unas 3 horas. Tras 300 ciclos de carga la pérdida de capacidad es solo de un 30%.

El uso de la batería Core se recomienda, como decíamos, cuando la utilización sea de frecuencia de media a intensiva debido a que el precio de la batería se rentabiliza a partir de unos cuantos usos. El flujo de iluminación de las frontales con Accu Core se mantiene estable a diferencia de cuando estas se alimentan de pilas desechables, aunque por otra parte la curva de descarga con la batería decae drásticamente al agotarse por los mismos motivos.

La ventaja de la batería, además de la rentabilidad y la curva de descarga que mantiene el flujo constante, es de un mínimo ahorro de peso (10 gramos respecto al uso de pilas) que será apreciado por aquellas personas fanáticas del minimalismo y una autodescarga inapreciable al igual que las pilas. La construcción Hybrid Concept es además la mejor opción para llevar recambio por precaución en actividad o por obligación, como se exige en muchas carreras de montaña de larga distancia.

Linternas frontales de Petzl
en Barrabes

Ver productos

Si tienes más dudas sobre la tecnología Reactiv o sobre la construcción Hybrid concept te recomendamos que te des una vuelta por nuestra web o te acerques a nuestras tiendas físicas para que nuestro equipo de ventas te asesore sobre la mejor opción para tus necesidades.

Tienda web: www.barrabes.com
Tiendas Barrabes: Barcelona, Benasque, Jaca, Madrid O'Donnell, Madrid Ribera de Curtidores, Zaragoza.