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Seguridad en escalada deportiva I. El material

La escalada deportiva reduce los peligros y el riesgo, pero no totalmente. Debemos conocerlos y aprender a evitarlos. En este artículo hablamos sobre la seguridad con respecto al material: mosquetones, cuerdas, arneses, exprés, casco...
Seguridad en escalada deportiva. Foto: Álvaro LafuenteSeguridad en escalada deportiva. Foto: Álvaro Lafuente
Éste es el primero de los 3 artículos que estamos publicando sobre seguridad en escalada deportiva. Está dedicado a los peligros inherentes al material.

Son artículos totalmente actualizados y reformados que, en su primera versión, escribió Pep Soldevila, hace más de una década, para nuestra revista Cuadernos Técnicos, y que ya fueron en aquella época publicados también en nuestra web. La escalada deportiva nació a principios de los años ochenta con una filosofía muy clara: intentar alcanzar un nivel superior de dificultad sobre la roca a base de reducir el riesgo que la escalada comporta.

Pero este control del riesgo nunca es total. La escalada deportiva tiene un cierto nivel de peligro.

Éste es el primer artículo, de una serie de 3, que en su primera versión publicamos hace más de una década en nuestra web y nuestra revista Cuadernos Técnicos de la mano de Pep Soldevila. Completamente actualizados y reformados, los recuperamos porque los consideramos importantes.

Con ellos pretendemos, por una parte, concienciar al colectivo de practicantes de escalada de esta realidad y por otra, conocer la tipología de peligros que comporta la deportiva y como podemos prevenirlos y superarlos.

La escalada deportiva: reduciendo el riesgo, permitiendo caídas

Buena parte de la evolución de la escalada hasta los límites actuales, difícilmente imaginables hace apenas unas décadas, provienen del nacimiento de la escalada deportiva a principios de los años 80 del pasado siglo.

¿Por qué? Porque, al reducir el riesgo que la escalada comporta, exponiéndonos menos a situaciones de peligro, podemos intentar alcanzar un nivel superior de dificultad sobre la roca, hasta que, a base de caídas, lo dominamos.

Foto: Beal / Kyrre BuxrudFoto: Beal / Kyrre Buxrud

Y ahora imaginemos que algo así tuviéramos que hacerlo en escalada clásica o alpina. Imposible. Lo precario del terreno y de los seguros haría que, antes o después -más antes que después-, tendríamos un accidente.

Y no solo es la disminución del riesgo; la carga emocional que conlleva saber que, en caso de caída, podemos acabar perjudicados, se elimina, y permite rendir al máximo.

En escalada clásica y alpinismo, la cosa cambia: en general, solo podremos afrontar rutas en las que nuestro nivel esté consolidado y sepamos que podemos escalar, en la mayoría de los casos, sin caídas. La superación de la dificultad es mucho más lenta, y no al alcance de cualquiera.

Esta seguridad que aporta la escalada deportiva hace que el grado y la dificultad que la mayoría de personas pueden escalar haya subido de forma importante.

Reducción del riesgo...que no eliminación

Pero aquí hay un problema. Este aparente control del riesgo nunca es total. La escalada deportiva tiene un cierto nivel de peligro. Inferior al de escalada clásica, y no digamos al del alpinismo, pero existente. Un peligro que, al no manifestarse continuamente, hace que con el tiempo nos confiemos.

Durante la práctica de la escalada deportiva, hay situaciones peligrosas que, desgraciadamente, a veces terminan en accidentes. A menudo de poca importancia, pero a veces graves o incluso mortales.

Hemos escrito 3 artículos para recordar la tipología de peligros que comporta este tipo de escalada y cómo los podemos prevenir. En este primero, vamos a tratar lo referente al material. El segundo estará dedicado a los peligros objetivos que podemos tener que afrontar. El tercero, a los peligros subjetivos, dependientes de nosotros, existentes.

Redescubre tu seguridad

Estos artículos pertenecen a nuestra sección redescubre tu seguridad, #redescubretuseguridad.

En ella podéis encontrar muchos artículos de alpinismo, escalada, esquí de travesía, hielo, trail running, trekking y montañismo referentes a importantes temas relacionados con la seguridad en la montaña.

Esperamos que la disfrutéis y, sobre todo, que os sea útil.

EL MATERIAL PARA ESCALADA DEPORTIVA. ALGUNAS CUESTIONES DE SEGURIDAD

Para cualquiera de los elementos del material, deberíamos exigir que tengan la homologación CE o UIAA, y por tanto etiquetados como tales.

Una inspección visual se impone una vez hecha cualquier compra de material, para detectar posibles-aunque poco probables-defectos de fabricación. Con el tiempo tendremos que vigilar el envejecimiento, teniendo en cuenta las indicaciones de caducidad, siempre relativas, que proponen los fabricantes.

El casco

Una pieza crucial para nuestra seguridad.

Su uso responde únicamente a nuestra protección. Nos protege de caída de piedras y de posibles impactos en la cabeza durante un vuelo. A veces veremos a los pros no usarlo, pero no hay que imitarles: escalan principalmente en extraplomos muy fuertes, en los que es muy difícil que, al caer se golpeen, y una caída de piedra hará peligrar más a quienes estén abajo que a quien esté en la pared.

Antes y después de un golpe...imaginad sin casco. Foto: Pep SoldevilaAntes y después de un golpe...imaginad sin casco. Foto: Pep Soldevila

Por eso no solo es necesario usarlo al escalar: a veces, es tanto o más importante que lo usen quienes se encuentran a pie de vía.

Tenemos que encontrar el modelo que más se adapte a nuestra morfología, y con el que más cómodo nos sintamos; así tendremos menos pereza a la hora de usarlo.

En estos momentos hay, principalmente, de dos tipos. Y además, hay una ligera confusión con las homologaciones CE y UIAA, porque no son iguales (adelantamos que la no oficial, la UIAA, es más estricta). Esto es especialmente importante de conocer para quien practica la escalada deportiva: antes de su práctica, los cascos se empleaban para parar "proyectiles" que caían de arriba (como un casco de albañil) Ahora también tienen que proteger de golpes en movimiento (como un casco de esquí, de ciclismo o de moto).

Como es largo de explicar, y la homologación oficial se ha quedado desfasada, os recomendamos que consultéis en qué consiste todo esto en el artículo Cómo elegir tu casco de escalada y alpinismo. Allí, además, podréis conocer los diferentes tipos de cascos que hay, y cuál es el que mejor se adapta a vuestra actividad.

La cuerda

Es el elemento básico de la cadena de seguridad.

En escalada deportiva se utilizan cuerdas dinámicas simples, fabricadas en poliamida. Son cuerdas marcadas con un 1 en las etiquetas de los extremos. Su diámetro es variable, normalmente entre 9 y 11mm, según el fabricante y el modelo.

De cara a la seguridad, un diámetro menor no significa una cuerda menos segura, a condición de utilizar un aparato de freno automático adecuado. De hecho, un diámetro menor conlleva una elasticidad mayor de la cuerda, lo que favorece la seguridad….hasta un límite de menor diámetro, en el que ya no está homologada. Las cuerdas más finas, son sin embargo menos durables. Lo mejor es elegir un diámetro medio.

La longitud varía entre 50 y 80 metros. Considerando que uno de los accidentes más frecuentes es que se salga la cuerda del aparato durante el descuelgue cuando agotamos su longitud, deberíamos elegir la más larga que podamos. 70m se ha vuelto un estándar imprescindible para escalar en muchas zonas para poder afrontar las vías.

El marcaje de la mitad en una cuerda es una estrategia simple y muy efectiva de seguridad que incomprensiblemente algunos fabricantes todavía no incorporan. Esta marca oscura nos da una idea inmediata de si tenemos suficiente cuerda para descolgar el compañero al suelo. Con el tiempo se borra pero la podemos rehacer con un rotulador específico.

Marca de centro de cuerdaMarca de centro de cuerda

Una cuerda nueva es agradable y elástica, pero corre como un demonio por cualquier aparato asegurador. Si utilizamos una cuerda nueva hay pues que estar especialmente atento.

La vida de una cuerda es algo muy relativo. La intensidad de uso dictará sin ninguna duda su deterioro y por tanto el momento de retirarla. Esto se hace patente en el aspecto de la funda, que con la abrasión toma progresivamente un aspecto más y más deshilachado, engordando aparentemente su diámetro. A unos tres metros de los extremos esto es mucho más acusado, debido a que es la típica zona castigada por las caídas. Siempre que detectemos una flor o deterioro en cualquier punto de la cuerda, en el que asome el alma blanca, deberíamos desechar la cuerda o cortarla en ese punto.

Los agentes ácidos corrosivos pueden deteriorar la cuerda seriamente, debemos evitar pues tener contacto con ellos.

Hay algo fundamental en cuanto a la cuerda y la cadena de aseguramiento que debemos saber. Algo que es fundamental para nuestra seguridad. Se trata del factor de caída y la fuerza de choque. Pueden parecer dos cosas teóricas, pero no lo son: si no las entendemos, y no adaptamos nuestra forma de asegurar a ellas, nos ponemos en riesgo.

Es algo tan importante que le hemos dedicado un artículo específico: Factor de caída y fuerza de choque: conceptos esenciales en actividades verticales

Si no sabéis lo que son y en qué os afectan, deberíais leerlo inmediatamente.

El arnés

El arnés es el elemento que conecta la cuerda con nuestro cuerpo, repartiendo la energía en caso de caída. En la elección del arnés deberíamos primar la comodidad, y el buen ajuste al cuerpo. De cara a la seguridad es importante elegir la talla adecuada, y que en ningún caso nos venga sobrante. Todos los arneses homologados son igualmente seguros desde el punto de vista de la resistencia.

La manera de cerrar el arnés sí marca diferencias: los arneses con cierre de hebilla clásico necesitan la correcta atención de hacerlo bien al cerrarlo. Los arneses con cierre de hebilla doble automática sólo necesitan que los ajustemos. Otra cosa menos que podemos hacer mal.

El anillo ventral es quizás el punto más crítico del arnés, puesto que se hace trabajar muchísimo, y su fallo implicaría un accidente grave con seguridad. Algunas marcas incorporan el anillo ventral doble o especialmente reforzado, y en colores vivos, para evitar confusiones.

El envejecimiento del arnés se produce sobre todo en el punto por donde la cuerda pasa por las perneras y en el anillo ventral, por tanto son puntos que deberíamos revisar periódicamente. Es tristemente famoso el accidente mortal que sufrió el escalador americano Todd Skinner, cuando se le rompió el anillo ventral simplemente al colgarse para hacer un rápel. El arnés que llevaba estaba muy envejecido.

El portamaterial no es propiamente una parte resistente, pero se han producido accidentes por confiar en él como si lo fuera.

Cintas Exprés

Las cintas exprés forman parte también de la cadena de seguridad, pues tienen la misión de conectar la cuerda a los anclajes de la pared. En las cintas exprés diferenciamos claramente dos partes, la cinta en sí y los mosquetones. En cuanto a la cinta, usaremos siempre cintas cosidas.

La longitud de las cintas debería ser media o larga. La razón para utilizar estas longitudes es que conseguiremos así un rozamiento menor de la cuerda, y esto favorecerá que trabaje en toda su longitud, disminuyendo así la fuerza de choque, y aumentando la dinamicidad de la caída. Las cintas express cortas, que muchas marcas comercializan, pueden ser adecuadas puntualmente para pasajes difíciles en el primer o segundo anclajes de vía, donde en algún caso podríamos llegar a tocar suelo en caso de caída.

Exprés media 18cm y corta 11cmExprés media 18cm y corta 11cm

La goma o sistema antivuelco colocada en los mosquetones inferiores de las cintas express es muy importante desde el punto de vista de la seguridad. Sin este elemento el mosquetón puede rotar fácilmente, colocándose atravesado en la cinta, lo que disminuye su resistencia. No coloquéis estos elementos en el extremo superior de la cinta. Una cinta equipada así se comporta con excesiva rigidez, lo que puede provocar que el mosquetón salga de la chapa con ayuda del movimiento de la cuerda.

Exprés con antivuelco abajo, arriba libreExprés con antivuelco abajo, arriba libre

Sobre el tema de la resistencia de los mosquetones, os recomendamos consultar el artículo Cómo elegir tus mosquetones para escalada y actividades de montaña

El desgaste del borde de los mosquetones es algo a vigilar, como también veremos en el caso de las cintas permanentes, y rechazarlos cuando presenten bordes afilados debido al desgaste en la zona donde se apoya la cuerda. Un mosquetón excesivamente desgastado puede cortar la cuerda en caso de caída ya que los bordes actúan de cuchillo. En la torre de pruebas de Black Diamond hicieron una prueba que pone los pelos de punta: tomaron un mosquetón muy desgastado, y una cuerda simple nueva. Provocaron una caída con una masa de 80 kg, y un aseguramiento estático, pero limitando bastante la fuerza de choque. La cuerda, de 10,2 mm, resultó cortada limpiamente al primer ensayo!

Mosquetón muy desgastado por la zona de roce de la cuerda. Mosquetón muy desgastado por la zona de roce de la cuerda.

Sobre la lubricación y el cuidado del material de duro de escalada, como los mosquetones, os recomendamos la lectura del artículo Material duro de escalada, cuidados y mantenimiento

El aparato asegurador

Forma igualmente parte de la cadena, pues conecta la cuerda con el arnés del asegurador. Su función es detener la caída, y además controlar el paso de la cuerda a voluntad del asegurador.

Básicamente hay dos tipos de aparatos, los llamados manuales y automáticos.

Los aparatos manuales son mucho más ligeros y polivalentes, ya que podemos también asegurar con bloqueo al segundo de cuerda o rapelar con ellos, y son aparatos muy indicados para escalar en pared. Este tipo de aparatos no obstante, no bloquean automáticamente, sino que sólo la intervención directa del asegurador garantiza el bloqueo en caso de caída.

A menudo se publicitan como frenos dinámicos, lo que suena genial, pero no es del todo cierto: la dinamicidad, en caso de caída, la da exclusivamente el asegurador, y si es verdad que estos aparatos pueden comportarse dinámicamente, no lo es menos que la actitud y el instinto frente a una caída nos hará bloquearlo de una manera estática. Por lo tanto, si finalmente el aparato va a funcionar estáticamente, en escalada deportiva es preferible asegurar y ser asegurado con un aparato automático.

Asegurador manualAsegurador manual

Los aparatos automáticos bloquean rápidamente la cuerda en caso de caída, independientemente de que el asegurador esté despistado o no en ese momento, lo cual nos da un plus de seguridad indiscutible. Además, son aparatos ideales para asegurar en top rope y para descolgar al compañero, gracias precisamente a su capacidad automática de bloqueo bajo tensión. Deben usarse con los diámetros de cuerda que el fabricante indica, y prestar especialmente atención cuando la cuerda es nueva, pues ésta tiende a correr por el aparato mucho más rápido.

Asegurador automáticoAsegurador automático

Es cierto que ha habido muchos accidentes por caídas no detenidas con este tipo de aparatos, pero, hasta donde se sabe, siempre ha habido un mal uso de los mismos: el asegurador ha mantenido la mano apretada en la leva, o se estaba usando una cuerda de diámetro inferior al que el aparato podía retener.

Para evitar el típico accidente de apretar la leva, es fácil tomar el buen hábito de mantener siempre la mano inferior en la cuerda y fuera del aparato.

Mosquetón de conexión

El mosquetón que utilicemos para conectar el aparato al arnés debe disponer de cierre de seguridad, preferiblemente automático. El automatismo de la rosca le hará cerrar siempre correctamente, liberándonos de otra cosa en la que no podremos fallar.

Suele haber un error de concepto en esto: mucha gente piensa que un mosquetón automático utiliza este sistema para que sea más cómodo y rápido de abrir y, como no se lo resulta, emplean de rosca. No es así: un mosquetón automático está diseñado para que siempre esté cerrado con seguro; en el sistema tradicional puede que no enrosquemos y nos quedamos sin el cierre asegurado.

La conexión debe hacerse siempre en el anillo ventral, y no atrapando los bucles de las perneras y la cintura del arnés con el mosquetón, como si nos atáramos a la cuerda. Esta manera errónea de colocarlo tiende a hacer trabajar el mosquetón triaxialmente bajo carga, con lo cual baja mucho su resistencia.

Mosquetón con seguro a anillo ventral para asegurarMosquetón con seguro a anillo ventral para asegurar

Durante la escalada, el mosquetón puede girarse y quedar atravesado, en posición horizontal sobre el anillo ventral. Esta posición es peligrosa ya que baja mucho la resistencia del mosquetón. Deberíamos estar atentos a corregir esta situación, mirando regularmente el aparato. Hay mosquetones que han sido específicamente diseñados para asegurar e incorporan sistemas muy efectivos para evitar este problema. Hazte con uno así y otra cosa menos de la que preocuparte, y un posible factor de riesgo eliminado.

Mosquetón para asegurar con sistema antiatravesamientoMosquetón para asegurar con sistema anticruce

Calzado

No hablamos del calzado para escalar, es evidente que son los pies de gato. Nos referimos al calzado mientras aseguras en deportiva a pie de vía: olvídate de llevar chanclas abiertas. Lleva calzado mínimamente cerrado siempre. Las sandalias totalmente abiertas son cómodas y frescas en verano, pero es preferible llevar los pies bien protegidos cuando el compañero nos desequilibra y arrastra tras una caída importante.

Guantes

Es una buena idea llevarlos durante el aseguramiento. Nos darán un agarre y control muy superior sobre la cuerda que con las manos desnudas. Con los guantes, las maniobras de detener la caída, descolgar el compañero desde la reunión al suelo o recuperar el top-rope son mucho más agradables y más seguras, sobre todo con cuerdas de poco diámetro.

Si aseguramos con un freno manual el uso de los guantes nos dará un plus de seguridad indiscutible.

Tienda web: www.barrabes.com
Tiendas Barrabes: Barcelona, Benasque, Jaca, Madrid O'Donnell, Madrid Ribera de Curtidores, Zaragoza.

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