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Alberto Zerain, a por el Nanga Parbat por la arista Mazeno

09 de Junio de 2017  |  Deja tu comentario
15 días después de volver del Annapurna anuncia su próximo viaje a Pakistán.

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Alberto Zerain, en la rueda de prensa de presentación de la expedición al Nanga Parbat

Apenas han pasado 15 días desde que volviera del Annapurna (8.091 metros), su décimo ochomil, y Alberto Zerain ya tiene la vista puesta en su próximo objetivo: el Nanga Parbat (8.125 metros). El alpinista alavés partirá el próximo día 11 de junio hacia Pakistán con la intención de escalar esta montaña, la novena más alta del mundo, por una línea que ya intentó en 2011 y que es, sin duda, la más dura de las que ascienden hasta su cumbre: la arista Mazeno.

Alberto Zerain volverá a formar equipo con el argentino Mariano Galván, con quien ya coincidió en el ataque a la cumbre del Dhaulagiri (8.167 metros) en la primavera de 2016 y con quien formó equipo posteriormente en el Manaslu (8.163 metros), en el otoño de ese mismo año.

El poco descanso que se ha concedido esta vez Alberto entre expediciones estaba en sus planes desde el principio. "Quiero aprovechar la aclimatación que he conseguido en el Annapurna, que algo quedará"

La arista Mazeno


Con toda seguridad, la vía más larga y una de las más técnicas de entre todas las que alcanzan la cima de un ochomil. Intentada durante décadas, se consideraba el mayor problema pendiente del Himalaya. Doug Chabot y Steve Swenson la escalaron en 2004, pero tuvieron que retirarse por la ruta Schell desde el collado Mazeno, por lo que no alcanzaron la cima del Nanga Parbat.

Finalmente, fueron los veteranos escoceses Sandy Allan y Rick Allen quienes completaron la cresta y ascendieron desde el collado al a cima por la vía Schell. Fueron, en total, más de dos semanas de actividad. Cinco años después, la ruta todavía espera la primera repetición.

Alberto Zerain ya lo intentó en 2011 junto a Txingu Arrieta, abriendo una nueva entrada a la arista, pero no consiguieron completar la escalada.

La ruta discurre por la complicada cresta que separa las vertientes de Diamir y Rupal, tiene una longitud superior a los once kilómetros y está jalonada de picos de sietemil metros (ocho cumbres en total). La complicada orografía de la arista hace que sea necesario llevar mucho material y su longitud obliga a pasar muchísimo tiempo en altura. Además, se trata de una ruta muy comprometida, pues a medida que el alpinista se interna en ella, la retirada se hace más y más complicada. En la Mazeno, un descenso de emergencia está descartado; para bajarse hay que escalar, literalmente, en sentido contrario.

Alberto Zerain


(Vitoria-Gasteiz, 1961) Su primera expedición al Himalaya fue en 1993 cuando se convirtió en el primer alavés en escalar al techo del mundo, el monte Everest (8.848 m.). Desde entonces ha ido haciéndose, poco a poco, con el Makalu (8.465 metros) en 1995, el Lhotse (8.516 m.) en 2001, el GI (8.080 m.) y el GII (8.034 m.) en 2006, el K2 (8.611 m.) en 2008 y el Kangchenjunga (8.586 m.) en 2009. En 2016 volvió al Himalaya con el apoyo de Saunier Duval para apuntarse en un solo año el Dhaulagiri (8.167 m.) y el Manaslu (8.163 m.). Su décimo y último ochomil ha sido el Annapurna (8.091 m.) que coronó en mayo de 2017.

También, ha intentado el Everest por el corredor Honrbein y el Nanga Parbat por la Arista Mazeno. Es precisamente este último reto el que le ha hecho volver al Nanga, la novena montaña más alta del mundo.

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