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Cómo elegir tu cuerda para escalada y actividades en la montaña

Simple, doble, gemela, dinámica, estática, semiestática, escalada, alpinismo, espeleología, barranquismo...encuentra la cuerda que mejor se adapta a ti y tu actividad.

Korkuera, Barrabes

Como ocurre con todo el material de seguridad, el uso correcto de las cuerdas viene marcado por la certificación de las mismas. Y esto es fundamental de entender a la hora de elegir una cuerda para montaña, alpinismo, escalada, barranquismo, espeleología, o cualquier otra actividad en montaña.

Cada modelo de cuerda tiene que cumplir con una normativa legal de seguridad muy dura para poder ser vendida, que además de garantizar al usuario su resistencia y prestaciones, indica muy claramente cuál es el uso adecuado de la misma.

UIAA 101, EN 892:2012, EN 1891


Los estándares de calidad y uso para cuerdas deportivas de montaña vienen indicados por las normas UIAA 101 y EN 892:2012 (ambos para cuerdas dinámicas) y EN1981 (para cuerdas estáticas).
La norma de Unión Internacional de Asociaciones de Alpinismo (UIAA) es el único estándar reconocido globalmente, y es conforme a las directrices legales, que en el caso de la escalada están reguladas por el estándar europeo EN 892:2012.
Tradicionalmente, la UIAA (Asociación formada por la mayoría de Federaciones Internacionales de Montaña del mundo) creaba junto a los fabricantes adscritos a su Comisión de Seguridad (la gran mayoría, por no decir todos los importantes…) las normas y pruebas que tenían que cumplir las cuerdas.
Basándose en ellos, únicos en el mundo durante mucho tiempo, la Unión Europea creó su estándar normativo. Normalmente, las cuerdas a la venta en Europa llevarán la doble etiqueta de homologación UIAA y UE. Es una normativa durísima, y que obliga al material a superar unas pruebas que garantizan totalmente el material.
Si bien los estándares europeos EN 892:2012 son muy complejos para el común de los usuarios, la UIAA publica una versión “in a user-friendly way”, que puede ser consultada.
Allí, además de ver gráficos de pruebas y dibujos de las mismas, aquellos más aficionados a las integrales matemáticas podrán pasar un buen rato desgranando las complejas variables estimadas para garantizar la completa seguridad de las cuerdas de escalada.
Según el tipo de escalada, trazado de la vía y logística empleada, necesitaremos una u otra cuerda (simple, doble o gemela, semiestática, etc). Elegiremos una cuerda homologada para el uso que necesitemos. Y jamás usaremos, por ejemplo, en simple una cuerda cuya única homologación sea en doble, o cualquier otra combinación.

Una vez conocido el uso posible de la cuerda, vienen el resto de variables que, en muchas ocasiones, sí que son elección del escalador según las circunstancias: diferentes diámetros dentro de la homologación, tratamientos como el repelente al agua, antiarista, etc, así como la relación de las cuerdas con los diferentes tipos de aseguradores que encontramos en el mercado.

En este artículo intentaremos explicar con claridad las características de las cuerdas, y sus diferentes usos. Y puesto que el único uso posible es el indicado por la etiqueta de homologación de la cuerda, explicamos en el recuadro adjunto cuál es la normativa europea e internacional implicada.

Al final del artículo, incluimos un apéndice en donde se explican buena parte de los parámetros empleados para homologar las cuerdas, como factor de caída, fuerza de choque, número de caídas. Os recomendamos leerlo, no sólo porque os ayudará a entender el funcionamiento y el porqué de cada tipo de cuerda, sino porque estos parámetros tienen una aplicación directa a la hora de asegurar de forma correcta que os evitará serios problemas.

Es lógico: las normas lo que hacen es garantizar que las cosas fundamentales que un montañero necesita de una cuerda sean seguras. Así que las pruebas simulan el uso. Y se aprenden cosas interesantímas conociendo estos conceptos, porque nos enseñan cómo debería usarse una cuerda a la hora de asegurar, rapelar, etc. Por ejemplo, el factor de caída: ningún escalador debería desconocer este término, porque de forma sencilla se aprende cómo se debe asegurar, y cómo jamás debe hacerse.

TIPOS DE CUERDA DE ESCALADA

Y una vez sabido que la seguridad de las cuerdas a la venta está garantizada por duras normativas europeas de estamentos superiores a los propios fabricantes, vamos a la segunda parte, referente al uso para el que estás normativas homologan cada cuerda. La 1ª gran división se da entre cuerdas dinámicas -por un lado- y semiestáticas y estáticas -por el otro-.

CUERDAS DINÁMICAS

Son las empleadas para aseguramiento en escalada y alpinismo. Su alto porcentaje de elongación está específicamente diseñado para absorber y amortiguar por si sola la caída. Se rigen por la norma EN 892:2012.

Es la cuerda clásica de montaña y escalada, y pueden ser simples, dobles o gemelas.

Es importante recalcar de nuevo que cada cuerda sólo puede ser usada para aquello que está homologada. Según el tipo de escalada, trazado de la vía y logística empleada, necesitaremos una u otra cuerda (simple, doble o gemela). Y nunca debemos emplear las técnicas de aseguramiento características de cada uno de los tipos de cuerda en otra cuerda (asegurar en doble o gemela con cuerda simple, o cualquier otra combinación).

Dicho esto, hay que tener en cuenta que cada vez hay más modelos en el mercado que cumplen dos de las homologaciones, e incluso las 3.

Existen 3 tipos homologados:

  • Cuerdas para uso en simple (1)

    Su empleo es muy popular, sobre todo en vías de escalada deportiva o de pared. Una cuerda en simple siempre es fácil de pasar por los mosquetones de los seguros intermedios. En vías de escalada deportiva su uso es sencillo, simplemente ascenderemos pasando la cuerda por los seguros siguiendo una linea lo mas vertical posible hasta llegar al descuelgue desde el cual descenderemos al suelo.

    Van marcados con un número 1 dentro de un círculo.

    Álvaro Lafuente
    Las cuerdas dinámicas son las que se emplean para asegurar en escalada, alpinismo, etc.

    Su elongación dinámica (en caída) durante su primera caída tiene que ser =40 por ciento, con un peso de 80 kg, su deslizamiento de funda menor a 20mm, y el porcentaje de alma de la misma tiene que ser superior al 50 por ciento. Su fuerza de choque máxima es de 12kN en caída de 1,77 con 80kg, y su elongación estática tiene que ser <10 por ciento.

    Es muy importante que tengan marcado su centro, para saber con rapidez el punto en el que tenemos que doblarlas para rapelar.

    Barrabes
    Cuerda con centro marcado

    Pueden llevar o no tratamiento dry o antiarista, según el uso. La escalada deportiva no suele realizarse en días con lluvia, o en paredes por las que caiga agua. Hay quien las emplea en zonas de roca caliente, y no necesitará tratamiento repelente al agua; aquellos que suelan escalar en lugares sin roce, o por grado suelan estar en vías extraplomadas habitualmente, no necesitarán tratamiento antiaristas, etc.

    PARTES DE UNA CUERDA

    Son dos: camisa y alma

    • Alma: corazón interior de la cuerda, no visible, fabricado con miles de hilos que garantizan aproximadamente entre un 70 y un 85 por ciento de la resistencia general de la cuerda. El trenzado marcará sus características: hilos paralelos, cuerda estática, hilos trenzados entre sí, cuerda dinámica, etc.
    • Alma trenzada de cuerda dinámica, y camisa exterior

    • Camisa: Parte exterior. Protege el alma de los elementos, roces, etc, y aporta entre un 25 y un 30 por ciento de la resistencia de la cuerda.
    A mayor diámetro, mayor seguridad, pero también mayor peso y mayor dificultad de manejo. Hoy en día hay cuerdas homologadas para simple de muy poco diámetro, pero cada cual tiene que encontrar cuál es su relación peso-seguridad-durabilidad óptima. Por precaución, aquellos que superen los 80kg, deberían abstenerse de emplear las más fina, porque su durabilidad será muy corta si sufren caídas.

    En esta relación también hay que tener en cuenta otro factor: el diámetro elegido tiene que estar homologado en nuestro aparato asegurador.

    Pinchando aquí podéis ver toda la gama de cuerdas dinámicas para uso en simple de Barrabes

  • Cuerdas para uso en doble (1/2)

    Son las más empleadas en alpinismo. Con este sistema, siempre hay que usar dos cuerdas para asegurarse, y ambas tienen que estar homologadas para uso en doble.

    Van marcadas con la fracción 1/2 dentro de un círculo.

    Son de menor diámetro que las simples, y para escalar con ellas, alternaremos las cuerdas en los seguros: en un seguro mosquetonearemos una, en el siguiente la otra. Esto permite subir con dos cuerdas (si una de ellas se parte en una ruta alpina, por aristas, etc, tenemos otra para descender), además de poder emplear toda su longitud para rapelar al unirlas (en simple empleamos la mitad de la longitud, al doblarla por la mitad).

    Además, su menor fuerza de choque es fundamental para las vías de montaña con seguros dudosos que podrían saltar con una fuerza de choque superior. Otra gran ventaja es que, en vías reviradas o de seguros que no están en la misma línea vertical -como suele ocurrir en alpinismo-, en las que una cuerda simple iría haciendo zetas, podremos mosquetonear una cuerda a cada lado.

    José Carlos Iglesias, Barrabes
    Cuerdas dobles para escalada en pared; evitan las zetas de la cuerda

    Estas cuerdas son las únicas que permiten una cordada de 3, con un primero asegurando a dos segundos.

    INFORMACIÓN SOBRE LA CUERDA

    Etiqueta en cabo de cuerda. Aquí vemos 1 -simple-, diámetro -10,1-, longitud -70m-, código -15, 2015

    CE: cumple la normativa europeas
    0132: Identifica al organismo que ha realizado la certificación
    1: Cuerda simple
    10.1, 70m: diámetro, longitud.
    Lote: Dos primeras cifras, año de fabricación
    EN892: Normativa que cumple
    UIAA: Cumple con las exigencias de la Unión Internacional de Asociaciones de Alpinismo.

    Prácticamente todas las cuerdas en doble, debido a su uso en montaña, incorporan tratamiento dry y antiarista.

    El color tiene importancia en este tipo de cuerdas: es muy recomendable que ambas cuerdas sean de colores diferenciados, para saber en todo momento sobre cuál estamos trabajando.

    Pinchando aquí podrás ver toda la gama de cuerdas dobles de Barrabes


  • Cuerdas gemelas

    Las cuerdas gemelas son las de menor diámetro de entre los 3 tipos. Siempre hay que usar dos cuerdas para asegurar, pero en este caso, y a diferencia de las dobles, ambas se mosquetonean a la vez por todos los seguros.

    Van marcadas con dos aros entrelazados.

    Podríamos explicar su uso, de forma sencilla, diciendo que son cuerdas que se usan para cuando nos sería más cómodo asegurar con cuerda simple que doble, pero por encontrarnos en montaña necesitamos dos cuerdas, tanto para garantizar que si una queda dañada, tenemos otra, como para poder rapelar uniendo las dos y así emplear la longitud completa de la cuerda.

    Su baja resistencia usadas en simple no permite asegurar con garantías en una cordada de 3.

    Pinchando aquí podéis ver toda la gama de cuerdas gemelas de Barrabes

José Carlos Iglesias, Barrabes
Cuerdas gemelas

CUERDAS SEMIESTÁTICAS

Su porcentaje de elongación no puede ser superior al 5 por ciento.

Son prácticamente estáticas, lo que permite su uso para progresar en montaña, aseguramiento y suspensión en trabajos verticales, etc, pero ese pequeño porcentaje de elongación permite que la resistencia aumente mucho en caso de tirones, pequeños golpes de aseguramiento, etc. Según normativa tienen entre 9mm y 16mm de diámetro.

No se usan para escalar y asegurar, sino para remontar. Son, por ejemplo, las cuerdas fijas empleadas en expediciones, las cuerdas de espeleología, barranquismo, etc. Están bajo la normativa de seguridad EN 1891.

Cuadernos Técnicos, Barrabes
Cuerda semiestática para barrancos

Imaginemos una cuerda fija por la que tenemos que remontar, y que la misma fuera muy dinámica; sería casi imposible subir, por cómo se iría estirando y encogiendo con nuestros movimientos, creando un efecto yo-yo.

Esta falta de dinamismo y elongación hace que sean excelentes para progresión, descenso, ascenso de cargas, suspensión, etc....pero no sirven para asegurar, porque en caso de caída, la frenada que sufriría el escalador sería muy brusca y repentina, hasta el punto de poder causarle graves daños por el “golpe”, en espaldas y otros regiones, y ese mismo golpe brusco lo sufriría la cuerda, que podría romperse debido a su falta de amortiguación al mismo.

TRATAMIENTOS


Los dos más importantes son los tradicionalmente llamados antiarista y dry (repelente al agua).

Sobre el primero, suele tratarse de una combinación entre el trenzado de la cuerda y un tratamiento químico que aumenta su resistencia al roce y corte por arista. Es fundamental en las cuerdas de alpinismo, pero en cuanto a las cuerdas para deportiva, depende de cada cual; hay quien no escala nunca en zonas con posibilidad de roce, o por su grado suele estar en extraplomos.

Sobre el tratamiento dry, hay que destacar que las cosas han cambiado mucho desde 2014. Hasta ese momento, cada marca anunciaba sus cuerdas con este tipo de tratamientos, pero no se sabía muy bien en qué consistía. Desde ese año, hay un nuevo estándar creado por la UIAA llamado “Water Repellent”, que hay que superar si se quiere que la cuerda sea considerada Dry. Las cuerdas se testan en laboratorios oficiales de la siguiente manera:
  • La cuerda es sometida a un proceso externo de abrasión que equivale al sufrido tras unos días de uso
  • Después, la cuerda es empapada siguiendo unos métodos específicos, durante 15 minutos.
  • La cantidad de agua que la cuerda absorba no puede ser superior al 5% de su peso.
  • La cuerda que cumpla estos requisitos, puede incorporar el label oficial “Water Repellent” UIAA
  • Para que nos hagamos una idea de lo importante de este nuevo estándar, y el porqué de su necesidad, según las nuevas pruebas UIAA, una cuerda sin tratamiento absorbe habitualmente casi un 50% de su peso, y la mayoría de denominaciones Dry clásicas (anteriores al estándar) absorben aproximadamente entre un 20% y un 30% de su peso, frente al 5% por ciento máximo que se exige tras la normalización….
Hay de 4 tipos:

  • Tipo A:
    Son las más resistentes, y se emplean para profesionales, rescates, grupos numerosos, equipamiento no temporal, etc.

    Deben resistir al menos 22kN mediante tracción hasta ruptura estática, 15kN con un nudo de ocho, y 5 caídas sucesivas con 100kg de una distancia igual a la longitud de la cuerda.

    Podemos poner como ejemplo las cuerdas Club 10mm de Petzl, Dana 10mm de Kordas, o la ultraligera o Fina Titan System, también de Kordas, con sólo 9,5mm.

  • Tipo B:
    Ofrece márgenes de seguridad más reducidos, pero importantes. Son las habitualmente empleadas en espeleología de grupos no numerosos, barranquismo, Big Wall, Alta montaña, etc.

    Deben resistir al menos 18kN mediante tracción hasta ruptura estática, 12kN con un nudo de ocho, y 5 caídas sucesivas con 80kg de una distancia igual a la longitud de la cuerda.

    Las cuerdas Dana 9mm, de Kordas, Push, de Petzl, Aqua’tech 9mm, de Beal, son 3 excelentes modelos de este tipo de cuerdas.

  • Tipo C:
    ¡No cumplen normativa! No las vendemos, pero avisamos sobre ellas. Están fabricadas en polipropileno, y se pusieron algo de moda porque flotan, lo que ilusionó a los barranquistas. Pero pronto se vio que tenían problemas: por rozamiento en rápeles secos, etc, se calientan mucho y pueden romperse. Y además, aunque en muchas pozas es bueno que la cuerda flote, en lugares con movimiento de agua puede provocar un lío y accidentes.

  • Tipo L:
    Tampoco están homologadas como cuerdas. Muy ligeras, para espeleología. Los más expertos espeleológos las han empleado en condiciones muy concretas. Si no sabes si puedes usarla o no, es que bajo ningún concepto debes usarla.

    Pinchando aquí podéis ver toda la gama de Cuerdas Semiestáticas de Barrabes

CUERDAS ESTÁTICAS

Son cuerdas empleadas para remontar y subir pesos, jamás deben emplearse para escalar y asegurar. Están bajo la normativa de seguridad EN 1891.

Pero, ¡¡cuidado!! A pesar de que la denominación cuerda estática es comúnmente empleada para definir a las cuerdas para progresión en montaña, para trabajos de suspensión en trabajos verticales, barranquismo, espeleo, etc, este tipo de cuerdas apenas se usan en montaña, ni como EPI (Equipo de protección individual) en trabajos verticales.

La mayoría de ocasiones en las que se habla de cuerdas estáticas en realidad está hablando de cuerdas semiestáticas.

Una cuerda estática, según la normativa europea, no puede tener un porcentaje de elongación superior al 3 por ciento. Esto es muy poco, y debido a que podrían romper con mayor facilidad, no se contempla su uso, quedando restringido a situaciones como tirolinas en parques de aventura, etc.



APÉNDICE

ALGUNOS ARCANOS DE LA NORMATIVA...QUE NOS SERÁN DE GRAN UTILIDAD

Hemos visto que la homologación de cuerdas depende de unos factores de resistencia, elongación, etc. Cada tipo de cuerda debe cumplir los suyos. Son importantísimos, y los explicamos aquí, porque también servirán como elemento de seguridad: entenderemos por qué determinadas prácticas asegurando o en vía ferrata ponen en grave riesgo nuestra integridad, y sabiendo el por qué, aprenderemos a tomar la decisión correcta en cada situación.

  • Factor de caída:

    Relación entre caída y metros de cuerda.

    Se dividen los metros de caída por los metros de cuerda del asegurador al escalador. El máximo puede ser 2, en escalada, cuando caemos sobre la reunión sin seguro intermedio (si tuviéramos 2 metros de cuerda, nuestra caída sería de 4 metros, resultando factor 2. No hay caída peor posible para un escalador...ni para una cuerda. Ambos sufren mucho por el golpe, al igual que los seguros.

    Por eso es importantísimo colocar siempre el primer seguro desde la reunión. En el momento en el que lo colocamos, el factor ya es menor de 2 siempre, porque disminuye la caída. Y cuanta más cuerda tengamos, cuantos más metros de largo hayamos escalado y más seguros hayamos colocado, menor será el factor de caída. Por ejemplo: hemos escalado 20 metros, y el último seguro lo tenemos 3 metros por debajo. El factor de caída será 6 dividido para 20.

    Hay que tener en cuenta que, salvo en factor 2, el factor de caída real puede no coincidir con el teórico. Si escalamos en zetas, puede que la cuerda se bloquee por el ángulo que forma al pasar por un seguro; en este caso, el factor real hay que calcularlo con la longitud de cuerda que hay entre este seguro y el escalador. Como si la cuerda comenzara allí. Por eso, y no sólo por la dificultad al correr la cuerda que se crea, es muy importante evitar los zigs-zags a la hora de colocar seguros: disminuye nuestra seguridad al aumentar el factor de caída.

    Fuera de la escalada, sí que existe un factor superior al 2. Por ejemplo, en vía ferrata. Imaginemos que alguien, en una de estas vías, sube por una escalera, asegurándose a un cable lateral en el que el elemento de amarre y detención está situado 5 metros por debajo. Caería 5 metros, para apenas 1 metro de cabo de anclaje, con un factor de caída disparatado. Esto es demoledor, y puede causar graves daños. Por eso es obligatorio siempre, en vías ferrata, llevar un elemento disipador en el cabo de anclaje.



  • Fuerza de choque:

    Es el impacto o carga recibida por el escalador en una caída. A mayor factor de caída, mayor fuerza de choque, pero hay que añadir muchos otros parámetros, ya que la energía se trasmite a través de toda la cadena de aseguramiento: cuerda, seguros, dinamismo del asegurador, cuerpo del asegurador y el escalador, etc.

    Al detener una caída, esta energía es disipada por el alargamiento de la cuerda, el desplazamiento del asegurador, el cuerpo del escalador... La energía se transmite en forma de fuerza a la cadena de aseguramiento. Es la fuerza de choque. Para el escalador, es el impacto percibido en el momento de detención de la caída.

    La fuerza de choque se mide en laboratorio, en ensayos normalizados en los que se emplea una masa metálica.


  • Número de caídas:

    No significa que, pasado ese número, la cuerda se rompa, sino que indica un procedimiento de homologación en ensayo normalizado. La cuerda tiene que resistir un número determinado de caídas con una también determinada fuerza de choque, en intervalos de 3 minutos, para ser homologada.

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